–El Comité Noruego expresó este viernes su esperanza de que el otorgamiento del Premio Nobel de Paz 2016 anime a Colombia a concretar la paz que ha venido buscando para acabar más de 50 años de guerra.

“Con la concesión del Premio de la Paz de este año para el presidente Juan Manuel Santos, el Comité Nobel Noruego desea animar a todos aquellos que se esfuerzan por lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia”, señala al efecto el mismo Comité en la declaración en la cual detalla las motivaciones.

Subraya que el propio presidente Santos “ha dejado claro que seguirá trabajando por la paz justo hasta su último día en el cargo. La Comisión espera que el Premio de la Paz le dará fuerza para tener éxito en esta tarea exigente”.

Además subraya, por otra parte, que es la esperanza del Comité de que en los próximos años los colombianos va a cosechar los frutos del proceso de paz y reconciliación en curso. Sólo entonces el país sea capaz de hacer frente con eficacia a grandes desafíos como la pobreza, la injusticia social y la delincuencia relacionada con las drogas, puntualiza.

Los integrantes del Comité del Nobel se refieren al resultado adverso del Plebiscito realizado el pasado 2 de octubre para refrendar los acuerdos con la guerrilla de las Farc.

Al efecto, advierten que el hecho de que una mayoría de los votantes dijo No al pacto de paz, no significa necesariamente que el proceso de paz está muerto.

“El referéndum no fue un voto a favor o en contra de la paz. Lo que el “No” rechaza no es el deseo de paz de los colombianos.

Además, el Comité Nobel de Noruega hace hincapié en la importancia del hecho de que el presidente Santos está ahora invitando a todas las partes a participar en un diálogo nacional de base amplia destinado a sacar adelante el proceso de paz.

“Incluso aquellos que se oponían al acuerdo de paz han dado la bienvenida este diálogo”, afirma y agrega: “El Comité Nobel espera que todas las partes asuman su parte de responsabilidad y participar de manera constructiva en las próximas conversaciones de paz”.

En opinión del Comité Noruego, “hay un peligro real de que el proceso de paz llegará a su fin y que la guerra civil estallara de nuevo. Esto hace que sea aún más importante que las partes, encabezadas por el presidente Santos y el líder de la guerrilla de las Farc, Rodrigo Londoño, sigan respetando el alto el fuego”.

Lograr un equilibrio entre la necesidad de la reconciliación nacional y la garantía de justicia para las víctimas será un reto particularmente difícil. No hay respuestas simples a cómo debe llevarse a cabo. Una característica importante del proceso de paz en Colombia hasta ahora ha sido la participación de representantes de las víctimas de la guerra civil. Ser testigo de la valentía y la voluntad de los representantes de las víctimas a declarar sobre atrocidades, y para hacer frente a los autores de cada lado del conflicto, ha causado una profunda impresión.

Con la concesión del Premio de la Paz de este año para el presidente Juan Manuel Santos, el Comité Nobel Noruego desea animar a todos aquellos que se esfuerzan por lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia. El propio presidente ha dejado claro que seguirá trabajando por la paz justo hasta su último día en el cargo. La Comisión espera que el Premio de la Paz le dará fuerza para tener éxito en esta tarea exigente. Por otra parte, es la esperanza del Comité de que en los próximos años los colombianos va a cosechar los frutos del proceso de paz y reconciliación en curso. Sólo entonces el país sea capaz de hacer frente con eficacia a grandes desafíos como la pobreza, la injusticia social y la delincuencia relacionada con las drogas.

La guerra civil en Colombia es una de las más largas guerras civiles en tiempos modernos y el único conflicto armado que queda en las Américas. Es la firme creencia del Comité Nobel de Noruega que el presidente Santos, a pesar del “No” voto de la mayoría en el referéndum, ha traído el sangriento conflicto mucho más cerca de una solución pacífica, y que gran parte del trabajo de base se ha establecido tanto para el desarme verificable de las FARC y un proceso histórico de la fraternidad y la reconciliación nacionales. Sus esfuerzos para promover así la paz cumple los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel.