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“Lazarus”, el musical póstumo de David Bowie

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El espectáculo se abre con palabras que suenan como una premonición: “¡Mira, estoy en el paraíso!”. “Lazarus”, comedia musical de David Bowie, se estrenó en Londres donde sigue gravitando el recuerdo del cantante británico.

Bowie apareció por última vez en público el 7 de diciembre de 2015 en Nueva York, con ocasión del estreno de esta obra testamento que agotó las entradas.

El británico falleció un mes más tarde, el 10 de enero, a la edad de 69 años, tras un combate de 18 meses contra el cáncer, dejando huérfanos a millones de fans que echan de menos su genio creativo y su aporte a la música y la cultura populares.

Coescrita por el dramaturgo irlandés Enda Walsh, “Lazarus” se presenta hasta finales de enero en el teatro King’s Cross de Londres, ciudad natal de Bowie, hijo del barrio popular de Brixton.

Este espectáculo sombrío y desconcertante se inspira en la novela de ciencia ficción de Walter Trevis “El hombre caído del cielo”, que se había convertido en 1976 en una película en la que Bowie interpretaba el papel principal.

“Lazarus” cuenta la historia atormentada de Thomas Newton, un extraterrestre con rostro humano que se encuentra solo en la Tierra, “incapaz de morir”, con un televisor y una botella de ginebra como única compañía, hasta la llegada “de otra alma perdida capaz de liberarla”.

“Con ‘Lazarus’, para mí está totalmente claro que Bowie quiso poner en escena su propia muerte”, había declarado el director del espectáculo, el belga Ivo van Hove, al morir el artista.

Identidad y abandono

La comedia musical aborda otros temas frecuentes de Bowie: la búsqueda de la identidad, el sentimiento de soledad y abandono, la relación con los demás y con el mundo.

En el escenario, Newton es interpretado por Michael C. Hall, conocido por su papel de sepulturero en la serie de televisión “Six Feet Under” y de asesino en “Dexter”.

El actor norteamericano, que pasa la mayor parte del espectáculo en pijama, aborda muy bien los pasajes cantados, con un timbre de voz que a veces recuerda el de Bowie.

En el elenco figura igualmente la comediante norteamericana Sophia Anne Caruso, de apenas 15 años.

El decorado es depurado: una cama, un refrigerador, un puñado de accesorios y una gran pantalla vertical que difunde imágenes digitales o videos, como el de la caída del muro de Berlín, que ofrece un contrapunto a la historia.

En poco menos de dos horas, la comedia musical interpreta 17 temas de Bowie, entre ellos algunos de sus grandes éxitos: “Life on Mars”, “Heroes” o “Lazarus”, primer tema de su 25º y último álbum “Blackstar”, publicado el 8 de enero, dos días antes de su muerte. (Leer David Bowie experimenta con el jazz en el disco “Blackstar”).

Sin embargo, más allá de sus canciones, el recuerdo del músico y la proximidad de su desaparición sobrevuelan en permanencia el espectáculo, amplificando su dimensión emocional.

Durante su paso por Nueva York, “Lazarus” recibió críticas entusiastas de la prensa. “Esta comedia musical rockola es una odisea teatral que da escalofríos pero que también es imposible de entender”, escribía el diario The Guardian en diciembre de 2015.

Tal vez porque le faltaba el elemento central que permite captar todo el alcance del llamado de Newton al Cielo: la propia muerte de Bowie. Con AFP