Por:Carlos Fradique-Méndez
Abogado de Familia y para la Familia
NOVIEMBRE MES DE LA NO VIOLENCIA
DIPLOMADO EN EDUCACION PARA LA VIDA EN FAMILIA (111)
En nuestra lección 109 dijimos: “En noviembre se celebra el día universal del niño que nos hará recordar que somos indolentes para garantizar sus derechos…” Sin violencia podemos vivir en paz y esta voluntad de vivir en paz debe prolongarse durante el mes de diciembre y todos los demás meses.

El 20 de noviembre de 1959, hace 57 años, se aprobó la Declaración de los Derechos del Niño de manera unánime por todos los 78 Estados miembros de la ONU.
El 20 de noviembre de 1989, hace 27 años, se adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño y quedó abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General.

La declaración de los derechos del niño es la enumeración de los derechos fundamentales y la convención es el compromiso que adquieren los Estados de hacer realidad esos derechos. La declaración de los derechos del niño y de la niña, es el tratado más ratificado en el mundo y seguramente el que más se incumple y viola.

Hoy millones de niños y niñas, es decir menores de 18 años, viven en el mundo en condiciones de pobreza, de enfermedad, de carencia de hogar, de techo, de familia, de una aceptable educación.

Humanium, una ONG internacional de apadrinamiento de niños comprometida a acabar con las violaciones de los Derechos del Niño en el mundo, informa: “Según la Unicef: “La violencia causada en Colombia por los grupos armados ilegales ha dado lugar a crisis humanitarias serias que han afectado a niños y jóvenes que, a su vez, tienen problemas para construir un futuro estable. Es más que evidente que este país, está bastante lejos de alcanzar, una solución ante la apremiante situación en la que se encuentra, en relación con los derechos de los niños.”

Y para confirmar que en Colombia tenemos abundancia de leyes, decretos, circulares que hacen referencia teórica a los derechos de los niños y niñas basta con consultar en la red y para confirmar que miles y miles de niños deambulan por las calles, sufren violencia en sus hogares, no reciben una adecuada educación y menos una información útil para tener una vida medianamente digna, basta con mirar a nuestro alrededor y visitar, así sea desde lejos, los cinturones de miseria, de inseguridad, de prostitución de nuestros pueblos y ciudades.

NO HAY POLÍTICAS DE PREVENCIÓN

Hemos insistido que el primer derecho de los niños es a no ser engendrados si los progenitores no cuentan con por lo menos lo mínimo necesario para garantizarles sus derechos fundamentales y sin embargo se lee lo siguiente, respecto de los niños en el mundo: “Los niños y la pobreza. Actualmente muere un niño cada 3 segundos a causa de la pobreza, lo que significa que mueren unos 30.000 niños diariamente. Los niños son las primeras víctimas de la pobreza, siendo ésta la principal causa de la violación de sus derechos.” Y a esta violencia por carencias económicas, hay que agregar las otras que relacioné al comienzo de esta lección.
VIOLENCIA CONTRA NIÑOS AFECTA A LAS MUJERES
Así las mamás sean partícipes de la violencia contra sus hijos, en últimas ellas se ven afectadas por esta forma de violencia.
El ICBF, los Ministerios de Salud, Educación, Justicia, los gobiernos municipales responsables del funcionamiento de las Comisarías de Familia, las secretarias de acción social o similares, la Policía de Infancia y Adolescencia, los Jueces de Familia, La Defensoría del Pueblo, La Procuraduría deben tener una directriz única para que cumplan con el deber que Colombia tiene de garantizar los derechos de los niños y niñas conforme a la Convención sobre los derechos de los niñas y niñas, que en buena parte están enunciados en la Constitución, aun cuando en la realidad sean violados e ignorados sin solución de continuidad.
NIÑOS Y NIÑAS, ESCUDOS DE GUERRA
Y muy grave, gravísimo, que padres y madres tomen a sus hijos como instrumento para herirse y generar violencia intrafamiliar. Es una infamia, un crimen de lesa humanidad y causa dolor de Patria que haya padres que asesinan a sus hijos por despecho, por celos, por venganza. Y los funcionarios creen que todo lo solucionan con declaraciones y comités que nunca funcionan.

Desde nuestro espacio de educación para la vida en familia hago un llamado a todos los integrantes del hogar y a las autoridades para que de frente, sin límites, incrementemos todas las acciones para prevenir la violencia contra las mujeres y los niñas y niñas.

Sigamos sembrando la paz, el amor y la concordia en los hogares y familias para tener paz, amor y concordia en Colombia.

Bogotá, 14 al 20 de noviembre de 2016.

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