Panamá debe “establecer compromisos inmediatos con la comunidad internacional” y tomar medidas contra la evasión fiscal y el blanqueo de capitales, dijo este lunes un grupo de expertos creado tras el escándalo de los “Panamá Papers”.
Un informe de ese grupo independiente consideró “imperativo” adoptar estándares ajustados a la comunidad internacional en materia de identificación de los beneficiarios de cuentas y sociedades y también en materia de intercambio de información tributaria.
El comité integrado inicialmente por el Nobel de Economía estadounidense Joseph Stiglitz y el experto suizo anticorrupción Mark Pieth, fue constituido en abril por el gobierno después de que estallara el caso de los “Panamá Papers”.
El escándalo reveló cómo, desde el bufete panameño Mossack Fonseca, se crearon infinidad de sociedades opacas para personalidades de todo el mundo, algunas de las cuales habrían servido para evadir impuestos o ganancias de negocios ilegales.
La publicación causó la renuncia del primer ministro de Islandia y de un ministro español, además de vincular al exprimer ministro británico, David Cameron, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, el futbolista argentino Lionel Messi o el cineasta español, Pedro Almodóvar, entre otros.
Según el comité, Panamá, que en ocasiones es acusado de ser un paraíso fiscal, “no puede darse el lujo de estar en listas” sobre financiamiento de actividades ilícitas o desviación de flujos fiscales.
Negocio con transparencia
Panamá, con un crecimiento económico cercano al 6% en 2015, tiene una economía principalmente de servicios, cuyo sector equivale al 83% de su Producto Interno Bruto, aunque la creación de sociedades sólo representa el 1% del PIB.
“Nosotros no decimos ‘no’ a las sociedades ni a que se utilice la plataforma panameña, sino que la plataforma panameña se va a relanzar y se va a ajustar a la necesidad de cooperar para compartir información”, dijo en conferencia de prensa Gisela Álvarez de Porras, ex ministra de Comercio de Panamá y miembro del comité.
Según los especialistas, la legislación panameña “mantiene un alto grado de flexibilidad” para las operaciones financieras, lo que crea “un riesgo real en términos de flujos ilícitos de capital”.
Por ello, hay que hacer cambios legislativos, establecer acuerdos políticos de Estado y mecanismos para identificar al beneficiario final de las sociedades opacas, cumplir los acuerdos alcanzados en materia de intercambio de información fiscal y endurecer las políticas anticorrupción, subrayaron en su informe.
De lo contrario, será “más y más difícil” mantener la competitividad para atraer “inversiones deseables”.
“Lo que tenemos que apostar realmente es a estar en las reglas del juego internacional porque Panamá es una plataforma de servicios y tenemos que reforzarla”, dijo a la AFP el presidente del comité y exadministrador del Canal de Panamá, Alberto Alemán Zubieta.
El escándalo, una oportunidad
Los expertos entregaron su informe el pasado viernes al presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, quien manifestó que sus recomendaciones serán “implementadas lo antes posible” en el país.
El sistema financiero panameño recibió fuertes críticas tras la divulgación de los polémicos papeles. Francia reinscribió a Panamá en su lista de paraísos fiscales y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), acusó al país de no luchar lo suficiente contra el blanqueo de capitales.
Desde entonces, el gobierno panameño se ha comprometido con acelerar distintas reformas para proteger su centro financiero levantando el velo de los beneficiarios de empresas offshore, inmovilizando las acciones al portador y publicando las multas por evasión fiscal.
Además, firmó un acuerdo con la OCDE para intercambiar información fiscal de manera automática con otros países.”Tenemos que actuar ya y de manera consistente”, dijo el exviceministro panameño de Economía, Domingo Latorraca, miembro del comité.
Para Alemán Zubieta, el escándalo de los Panama Papers es una “oportunidad” para el país para actualizarse en materia de transparencia.”Veníamos arrastrando la manta y ya está bueno”, aunque el problema del blanqueo de capitales es “un problema global”, añadió. Con AFP