Con un videoclip rodado en el centro de Bogotá, más exactamente en el barrio La Candelaria y alrededor de la Plaza de Bolívar, así como en el norte de Bogotá a través de un viaje por el transporte capitalino hasta llegar al municipio cercano de Cogua, y con la participación exclusiva de un ‘burricornio’, la cantante Sol Okarina presentó el vídeo musical de su nuevo trabajo Planet4.
La dirección estuvo a cargo de Ana María Hermida (directora de la cinta La Luciérnaga). Hermida y Sol Okarina ya han rodado tres videos juntas.
La idea central del videoclip es la de mostrar el punto de vista subjetivo de lo que ve un animal extraviado en la urbe, quien termina, para su fortuna, guiado por la protagonista en su recorrido por Bogotá para poder sacarlo de allí. Se preserva la aparición del ‘burricornio’ hasta el final, cuando se revela su realismo mágico.
El concepto de centrarse en la perspectiva del animal fue crucial para evocar la libertad y plantear una crítica a la sociedad en la cual prevalece el interés por lo individual en detrimento del bien común. En el planteamiento de la historia, Sol Okarina recorre la ciudad por su cuenta, y en el camino se encuentra con el animal. Su decisión es determinante: decide llevárselo de allí para liberarlo en el campo.
Rodado en blanco y negro, maneja la tendencia actual hacia lo monocromático de la directora Ana María Hermida, pero también responde al tono melancólico o de añoranza que produce el campo para los capitalinos inmersos en el atafago y las prisas del día a día.
Sus imágenes evocan el regreso a lo natural, el escape del caos citadino y la búsqueda del aire puro de la naturaleza.
La cámara subjetiva del ‘burricornio’ cautivo en la urbe; el encuentro con la artista que lo retorna a su origen; la crítica social implícita en las imágenes y la invitación a que habitantes de la calle reales participaran en el vídeo y colaboraran con la canción la convierten en un símbolo del planeta (o Planeta4, en este caso) que Sol Okarina propone para tener un mundo mejor.
De hecho, su nuevo sencillo, Planet4, refleja ese acercamiento, pero también juega con la idea del número 4, que a su vez habla del instrumento que la simboliza y la acompaña: el cuatro, en este nuevo trabajo de esta artista innovadora que oscila entre el reggae y el calypso, la electrónica y el rock.