La Corporación Autónoma Regional de la Macarena (Cormacarena) y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) evalúa el impacto ambiental que causó el derrame de 3.800 barriles de petróleo y que podría afectar a dos afluentes.
“Un primer reporte revela que este escape, que ocurrió el viernes en la tarde, es de aproximadamente 3.800 barriles y ya se están adelantando labores de recolección por parte de Ecopetrol, que activó un plan de contingencia”, afirmó el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo.
A lo anterior, explicó: “Al lugar están una comisión de la ANLA, que es a quien le corresponde tomar medidas de acuerdo a lo que estipule la licencia ambiental y Cormacarena, que debe garantizar que cese la afectación de los recursos naturales y evitar que se contamine el caño Ivoto. El lugar de la fuga se encuentra cerca de afluentes del caño Ivoto, que drena hacia el río Tillavá”.
Para el ministro Murillo, le corresponde a Ecopetrol, “realizar las labores de limpieza que impidan que se contamine el caño Ivoto a través de los afluentes que están cerca de la zona del derrame”.
“De acuerdo con la licencia ambiental, la empresa tiene un plan de gestión del riesgo para el manejo de vertimientos que establece medidas para evitar tanto la contaminación de suelos como de fuentes de agua y establece las acciones para este tipo de situaciones, sin embargo, debemos esperar los resultados de las investigaciones para conocer los alcances de la contingencia”, puntualizó el ministro.