
Un ‘hat trick’ anotado por el español Lucas Pérez, llevó a la goleada en Basilea al Arsenal, que accederá a los octavos de final de la Liga de Campeones como campeón de grupo beneficiado por el tropiezo del Paris Saint Germain ante el Ludogorets, dodne el equipo francés se quedó con el segundo puesto del grupo.
No dependía de sí mismo el equipo de Londres, que necesitaba mejorar el marcador del campeón francés en el otro partido del grupo. Alentado por la carambola en París, contó también con la eficacia de Lucas Pérez, que llevó a la red casi cada balón que recibió. No desperdició el delantero español su condición de titular. Vivió una noche mágica en Europa el exjugador del Deportivo.
Impulsado por la superioridad que implantó el equipo de Arsene Wenger desde el principio supo estar en el sitio oportuno para finalizar las acciones de gol, ampliar sus registros y cargarse de argumentos para convencer definitivamente a Wenger de sus posibilidades como jugador a tener en cuenta.
El alemán Mesut Ozil campó a sus anchas por el centro del campo ante un adversario menor, que pareció pasar por alto la posibilidad de quedar tercero de su grupo para empezar a disputar la Liga Europa.
Bastó un par de acercamientos para establecer distancia en el marcador. A los ocho minutos llegó el primero del Arsenal en una acción de ataque combinada que llevó la pelota a los pies de Kieran Gibbs. El zaguero, que aprovechó una y otra vez el enorme espacio para alcanzar continuamente el área rival, asistió a Lucas Pérez, que a puerta vacía llevó el balón a la red.
No reaccionó el Basilea, que permitió que el equipo de Londres mantuviera el control. Así llego el segundo. Ozil aprovechó otra vez la opción de Gibbs, que se plantó delante de Tomás Vaclik. Su disparo fue rechazado por el meta. Pero Lucas, atento recogió el desvío del portero para volver a marcar.
Levantó el pie del acelerador el Arsenal y el Basilea mejoró. Con un disparo del marfileño Adama Traoré, que recibió un centro del argentino Matías Delgado, amenazó por primera vez la portería del colombiano David Ospina. El tiro salió fuera pegado al palo derecho.
Más clara fue la que tuvo el propio Matías Delgado al borde del descanso, con un remate de cabeza que salió por encima del larguero. Bastaron nueve minutos después del descanso para cerrar definitivamente el partido. Contó otra vez con la inspiración de Lucas, que en un contraataque rentabilizó un pase del chileno Alexis Sánchez para batir a Vaclik y completar su triplete.
Siete minutos más tarde, en el 54, llegó el cuarto. Lo marcó el nigeriano Alex Iwobi, que llevó a la red una pelota asistida por Ozil. La ventaja pudo ser mayor en el 67, con un golpe franco lanzado por Alexis Sánchez que repelió el larguero con Vaclik batido.
Fue la última acción del chileno, sustituido después por Mohamed Elneny a la vez que Aaron Ramsey dejaba su sitio a Oliver Giroud. Después, Ozil se fue del campo para que entrara Theo Walcott. Después llegó el gol del Basilea, anotado por el marfileño Seydou Doumbia, con un disparo fuera del alcance de Ospina, absolutamente intrascendente.
PSG empató y cedió el primer puesto del grupo
El París Saint-Germain (PSG) empató hoy contra todo pronóstico en su propio feudo (2-2) ante el Ludogorets, el equipo teóricamente más débil de su grupo, y cedió el primer puesto al Arsenal inglés, que goleó al Basilea.
El multimillonario PSG partirá ahora como segundo de grupo, con cruces en principio más duros en octavos de final y un partido de vuelta a domicilio, después de un mal encuentro en el que fue a remolque y que solo maquilló el argentino Ángel di María con un tanto en el tiempo añadido.
En el minuto 15 Virgil Misidjan adelantó al Ludogorets, pero el conjunto francés empató en el 61 gracias a un remate de ‘tijera’ del uruguayo Edinson Cavani.
El brasileño Wanderson logró el segundo tanto del conjunto búlgaro en el 69 y Di María igualó en el 92. El inesperado empate del equipo de Unai Emery fue el resultado de su poca claridad ofensiva y desorden táctico.
El primer gol visitante fue un fiel reflejo de la poca intensidad del centro del campo parisino. Una pérdida de balón del PSG, cuando intentaba montar un ataque, acabó en un centro desde la derecha del brasileño Natanael cabeceado a gol por Misidjan en el minuto 15. Ni Thiago Silva ni Maxwell se habían preocupado de marcar al joven delantero holandés.
Confuso y precipitado estuvo el conjunto de Unai Emery en su partido supuestamente más fácil en esta fase de grupos de la Liga de Campeones. Hubo algunas individualidades, como la del brasileño Lucas Moura, aunque insuficientes ante la falta de sintonía del resto del equipo.
Moura, escorado en la izquierda, estuvo en los momentos de mayor peligro, en un remate lejano cuyo rechace casi caza Cavani, y en un centro a Ángel di María, quien pasó una noche completamente desdibujada.
El campeón francés también se aproximó al gol a balón parado gracias a la cabeza de Thiago Silva. Su testarazo, sin embargo, halló la madera en un córner botado por Lucas Moura.
El Lugodorets, probablemente el equipo de menor presupuesto entre los 32 de la actual Liga de Campeones y que cuenta con cinco brasileños en su once titular, aguantó sin demasiada dificultad, centrándose en defender bien los centros laterales y en cerrar las entradas interiores de jugadores como Marco Verrati o Hatem Ben Arfa.
A pesar del desacierto general de los locales, Emery no movió ficha en el segundo tiempo y su equipo siguió descompensado y espeso. Espeso porque no lograba cerrar una jugada con un remate claro y descompensado porque brindó espacios propicios para el contragolpe del equipo búlgaro.
Sin embargo, consiguió recuperar terreno a la hora de juego. Un arrebato de Blaise Matuidi, que fue a presionar de forma desbocada a la defensa contraria, forzó un centro al área de Di María en el que Cavani intuyó lo que iba ocurrir.
Se situó cerca del portero y detrás los centrales esperando que el balón le cayese justo ahí. Y así ocurrió. El “Matador” lo remató de tijera e igualó la contienda. Cavani suma seis goles en igual número de partidos de la presente edición de ‘Champions’.
Pero Jonathan Cafú agrietó el Parque de los Príncipes nueve minutos más tarde con una internada que acabó con un centro atrás a su compatriota Wanderson, que chutó ajustado para el 1-2.
Salvó al PSG en el tiempo añadido el desdibujado Di María en una jugada confusa, como el propio encuentro. Con AFP