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Minjusticia propone que se podría hacer fumigación manual con glifosato

glifosato

El ministro de Justicia, Jorge Londoño, anunció que el glifosato podrá ser utilizado nuevamente para la erradicación de cultivos ilícitos por vía manual.

El Ministro garantizó que de esta forma, el químico no tenga efectos para la salud ni para el medio ambiente.

“Se podrá hacer la fumigación manual con glifosato y de una vez hay que decir que eso nos aleja cada vez más de la posibilidad que haya aspersión aérea y que lleve a cabo esta fumigación por vía aérea”, aseguró Londoño.

El funcionario indicó que el país podrá utilizar este método cuando el Ministerio de Defensa lo estime, aunque consideró que será “en un periodo muy pronto”.

En mayo pasado el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) había autorizado a la Policía ejecutar la erradicación de cultivos ilícitos mediante aspersión terrestre con glifosato.

Para poder comenzar con las fumigaciones, desde hace siete meses se realizó un plan piloto en 800 hectáreas de los departamentos de Nariño y Chocó con el fin de establecer protocolos para el cuidado de la salud y el medioambiente en las zonas donde se utilizará el herbicida.

Los ministerios de Salud y Ambiente, así como la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), dieron el visto bueno a los resultados del programa, afirmó.

“Si se siguen esos protocolos (…) seguramente no habrá ningún problema” para la naturaleza, los fumigadores o los habitantes, agregó Londoño.

Tras utilizarlo 15 años, Colombia fue el último país del mundo en suspender las aspersiones de este herbicida contra cultivos ilícitos por sus efectos nocivos sobre la salud y el medioambiente.

Desde octubre de 2015, la erradicación de cultivos ilícitos se realiza de forma manual y las autoridades buscan herbicidas alternativos.

“No es como aspersión aérea que se fumiga indiscriminadamente. Hay protocolos que protegen la salud de los erradicadores manuales”, explicó el Ministro.

El glifosato fue catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como probable cancerígeno y es, además, señalado por expertos como causante de abortos y enfermedades dermatológicas.

En 2013, Colombia había dejado de usar ese herbicida en la zona fronteriza con Ecuador, luego de que Quito interpusiera una demanda internacional por los daños que generaba la sustancia en su territorio.