Un saldo parcial de 60 personas muertas deja hasta el momento un motín que se generó en las últimas horas en una cárcel del estado de Amazonas, en el norte de Brasil, hecho que fue catalogado como la masacre más grande en una prisión en la historia del estado.
De acuerdo con las autoridades, la revuelta estaría vinculada a grupos delictivos que se disputan el control de varias prisiones.
El motín al parecer se inició por un enfrentamiento entre las facciones Família do Norte, con presencia principalmente en San Pablo, y Primeiro Comando da Capital, que tiene bajo su control las cárceles de Amazonía y es un aliado de Comando Vermelho, una mafia con base en Río de Janeiro.
Durante el enfrentamiento hubo varias decapitaciones y algunos cuerpos fueron quemados y mutilados, según informó la Orden de los Abogados
Epitácio Almeida, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la OAB en Amazonia, coordinó las negociaciones con los presos y trabajó por la liberación de los rehenes, que fueron sueltos la mañana del lunes, cuando se dio por concluida la sublevación.
“Infelizmente estamos delante de la mayor y más horrible masacre ya practica en los presidios de Brasil”, aseguró Almeida en un mensaje enviado a algunos miembros de la OAB.
“Todo indica que fue un ataque de una facción mayor contra una menor para eliminar la competencia”, resaltó Fontes en una rueda de prensa celebrada la noche del domingo.
El secretario de Seguridad Pública del estado, Sergio Fontes, dijo que los presos hicieron pocas demandas para acabar con el motín, lo que indicaría una matanza organizada por miembros de una pandilla local contra los de otra que tiene su sede en Sao Paulo.
Fontes anunció que los cuerpos estaban siendo trasladados para su identificación, pero no descartó encontrar más cuerpos.