Un gigantesco incendio forestal afectó la ciudad chilena de Valparaíso el lunes, dejando un saldo de 19 personas heridas y más de un centenar de viviendas destruidas. La conflagración forestal fue agravada por fuertes vientos en la parte alta del puerto.
La Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (ONEMI) de Chile declaró la alerta roja para la comuna de Valparaíso por los incendios forestales que se iniciaron en la tarde en la zona de cerros que rodea a la ciudad, y que obligaron a evacuar a 400 personas de la zona, destruyó más de 100 casas y ocasionó lesiones a por lo menos 19 personas.
Aunque por el momento se desconocen las causas del incendio, las llamas afectaban a pastizales, matorrales y bosques de eucaliptos que rodean el sector de Laguna Verde, ubicada al sur de la ciudad chilena y que, en los primeros momentos, provocaron cortes de energía eléctrica en distintos puntos de la ciudad.
El incendio, que aún no ha sido controlado, se inició en un sector conocido como Laguna Verde y saltó al cerro Playa Ancha, donde afectó las poblaciones Puertas Negras y Campodónico, donde se ubicaban la mayoría de las viviendas afectadas.
“El incendio se encuentra activo” y es prudente pensar que el martes “tendríamos actividad en este incendio”, declaró al anochecer Alfredo Mascareño, de la Corporación Nacional Forestal, Conaf.
Valparaíso, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, está cubierta por una gran nube de humo y ya comienzan a caer cenizas, por lo que decenas de personas cubren sus caras con mascarillas, aunque estas no logran librarlos por completo del humo ni de gases tóxicos.
El fuego es avivado por ráfagas de viento de hasta 60 kilómetros por hora, la poca humedad y las altas temperaturas, y es combatido por brigadas de bomberos, de Conaf y por personal del ejército.
Los incendios en la parte alta de Valparaíso, 120 kilómetros al noroeste de Santiago, son difíciles de combatir porque abundan las quebradas y caminos complicados de transitar por los vehículos de emergencia. Además, escasean los grifos que alimentan a los carros de bomberos.
Decenas de personas con botellones o baldes sacaban agua de piscinas y la llevaban hasta viviendas humeantes, pero ya no había nada que hacer frente a un voraz incendio que comenzó como un siniestro forestal y se convirtió en uno estructural.
Héctor Correa, director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), indicó que se ordenó la evacuación preventiva de más de 400 personas y que brigadas de bomberos están mojando viviendas con material retardante para tratar de salvarlas. Hay un refugio habilitado para los afectados.
Casi simultáneamente se desarrollaba otro gran incendio forestal en Bucalemu, a 95 kilómetros de Valparaíso, cuyas cenizas y humo llegarán en las próximas horas a Santiago, dijo el meteorólogo Eduardo Sáez, quien agregó que para el martes se pronostican ráfagas de viento de hasta 90 kilómetros por hora en el puerto.
Los canales de televisión mostraron decenas de personas que huían con algunos enseres y con cilindros de gas licuado para evitar que explotaran por el calor. Un hombre contó llorando que se quemó la casa de su madre, de su hermana y la suya, mientras que una mujer relató que con el subsidio que recibió tras perder su vivienda en 2014 se construyó otra y la perdió hoy.
El alcalde del puerto, Jorge Sharp, declaró que “lo que necesitamos en Valparaíso es un plan maestro de emergencias; necesitamos que el Estado se ponga con Valparaíso”.
José Morales, gerente de operaciones de Chilquinta, la compañía distribuidora de electricidad, precisó que unas 2.000 personas están sin energía eléctrica porque los bomberos solicitaron interrumpir la energía de la zona para evitar accidentes. Se desconoce cuándo reestablecerá el servicio.
En 2014, un incendio forestal arrasó con 2.500 viviendas en una veintena de cerros; el saldo final fue de 45 hectáreas destruidas y 15 personas muertas.
Santa Fe con agencias.