Al menos cinco personas murieron el viernes en el aeropuerto de Fort Lauderdale, a 40 kilómetros de Miami (EE. UU.), a causa de los disparos hechos presuntamente por un hombre de origen puertorriqueño que se entregó a las fuerzas de seguridad y cuyos motivos hasta ahora se desconocen.
“Es demasiado pronto” para saber si fue un acto terrorista, es el FBI el que lo debe determinar, subrayó Scott Israel, alguacil del condado de Broward.
George Piro, de la oficina del FBI en Miami, confirmó en la misma rueda de prensa que la investigación está en una “fase muy inicial” y, por lo tanto, es prematuro determinar el motivo del ataque, en el que resultaron heridas, además, al menos ocho personas y que se cometió a las 12:55, hora local.
Israel no confirmó la identidad del autor de los disparos, pero el senador demócrata por Florida Bill Nelson subrayó que se llama Esteban Santiago.
Según varios medios de comunicación locales, el detenido tiene 26 años, nació en Nueva Jersey, pero es de origen puertorriqueño y llegó al aeropuerto de Fort Lauderdale procedente de Minneapolis. Según NBC News, el viaje de Santiago se inició en Anchorage (Alaska), donde reside y tiene una novia y un hijo.
Medios locales indicaron que el arma con la que abrió fuego en la zona de recogida de maletas del aeropuerto estaba dentro de su equipaje facturado. Fue al baño, la sacó y disparó, dijeron testigos del ataque. Según testimonios, sería una pistola 9 milímetros a la que le agotó la munición.
El senador Nelson dijo que Santiago portaba una identificación militar, aunque se desconoce que estuviera a su nombre o fuese de otra persona, o falsa. Medios televisivos subrayaron también que aparentemente Santiago integró la Guardia Nacional de Alaska hasta agosto pasado y tiene antecedentes de problemas mentales. También que habría estado en la guerra de Irak, de donde regresó con problemas de estrés postraumático, según explicó su hermano.
El canal CBS aseguró que en noviembre pasado Santiago entró en una oficina del FBI en Anchorage, donde afirmó que estaba siendo obligado a luchar en las filas del Estado Islámico (EI).
Según diferentes testigos citados por canales locales y nacionales, después de disparar indiscriminadamente, Santiago se echó al suelo y esperó a que la Policía lo detuviera, mientras a su alrededor reinaba el caos. Después de estos hechos, cundió el rumor de que había estallado un nuevo tiroteo en otra zona del aeropuerto, pero Israel afirmó que no hay evidencias.
Todos los vuelos de llegada y salida del aeropuerto fueron cancelados y numerosos pasajeros que fueron evacuados de las terminales 1 y 2 aún estaban anoche en una pista alejada de los edificios. Con EFE
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