La Luna, compañera de la Tierra durante los últimos 4.500 millones de años, podría haberse formado a partir de una serie de pequeños cuerpos que impactaron contra una Tierra embrionaria.
Así lo indicó un estudio que explicaría la mayor incongruencia de la principal hipótesis, que apunta a que el satélite es el resultado de un solo y gigantesco impacto entre la Tierra y un cuerpo celestial de la magnitud de Marte.
Según esta teoría, una quinta parte de la Luna procede de la Tierra y el resto del segundo cuerpo. Pero la Tierra y la Luna están compuestas prácticamente por los mismos materiales, de ahí la principal inconsistencia.
“La hipótesis de un múltiple impacto es una forma más natural de explicar la formación de la Luna”, señaló Raluca Rufu del Instituto Weizmann de Ciencias en Israel, coautora del estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
“En las primeras etapas del Sistema Solar, los impactos eran muy abundantes, por lo cual es más natural que varios de ellos formaran la Luna, en vez de solo uno”, insistió Rufu. Según los investigadores, se habrían necesitado unos 20 choques.
El Sistema Solar se formó hace 4.567 millones de años, y la Luna lo hizo unos 100 millones de años después. La principal teoría fue propuesta a mediados de los años 1970. Con AFP