Los cruces entre el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y el elctro presidente de EEUU, Donald Trump, no paran desde que el magnate aseguró que si ganaba las elecciones iba a construir un muro en la frontera con el país del sur para evitar la inmigración ilegal.

Trump durante su primera conferencia como Presidente electo de Estados Unidos declaró que las negociaciones con México para financiar la construcción del muro comenzarán en cuando él asuma el cargo.

Dijo: “Haremos el muro”. E insistió: “México va a pagar de una manera u otra”. También dijo que habrá un gran impuesto fronterizo para las empresas que quieran vender sus productos desde México. “No culpo a México por abusar de Estados Unidos, pero eso ya no va a pasar”, destacó.

“Ahora la gente sabe que si quieres mover tu fábrica a México y despedir a la gente, ya no sucederá porque pagarás muchas tasas. Se pueden ir a otro estado dentro de Estados Unidos. habrá una gran tasa de aduanas para los que van afuera”, agregó Trump.

“Podemos esperar año y medio, construiremos un muro. México, de alguna forma, nos compensará por los gastos y eso sí sucederá, es poco probable que paguen, pero lo hará”, apuntó el magnate.

Por su parte, Peña Nieto respondió que no será así: “Es evidente que tenemos algunas diferencias con el próximo Gobierno de Estados Unidos como el tema de un muro que México, por supuesto, no pagará”, dijo Peña durante su discurso en la 28 Reunión con Embajadores y Cónsules de México.

El mandatario mexicano dijo que para México, cualquier negociación con los Estados Unidos debe incluir que Estados Unidos asuma un compromiso para frenar el flujo de armas y dinero de procedencia ilícita a México. Además de garantizar un trato humano y respeto a los derechos de los migrantes mexicanos. Invertir en tecnología para mejorar la seguridad y el flujo comercial.

Sumado a ello, dijo, se debe de mantener el libre flujo de remesas con los connacionales que viven en Estados Unidos. Uno de los puntos que ha amenazado el magnate convertido en político, con los que obligaría a pagar la construcción del muro entre México y Estados Unidos.

“Rechazamos cualquier intento de influir en las decisiones de las empresas con base en el miedo y las amenazas”, en clara alusión a los amagos de Trump de imponer altos aranceles a las empresas que exporten sus productos de México a Estados Unidos o que saquen sus inversiones de EEUU para llevarlas a México.

“En ningún momento aceptaremos nada que atente contra nuestra dignidad como país ni en contra de nuestra dignidad como mexicanos”, advirtió el titular del Ejecutivo.

Pese a las aseveraciones, Peña Nieto aclaró que se buscará “trabajar para tener una buena relación para México y para los mexicanos”.