Las autoridades de Camerún han repatriado a su país de origen a más de 500 refugiados nigerianos que huyen del grupo yihadista Boko Haram, confirmaron hoy fuentes oficiales.

La deportación se produjo entre los días 10 y 15 de febrero en las localidades norteñas de Kerawa y Kolofata, en el norte de Camerún, donde vivían los refugiados.

Según las autoridades, Camerún es incapaz de hacer frente a la oleada de refugiados que desde hace tres años reciben del país vecino.

La devolución de estos centenares de refugiados ha sido confirmada también por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados en Camerún, que ha precisado que 313 de los deportados habían pedido asilo en el país.

En un comunicado, esta oficina de Naciones Unidas ha recordado la difícil situación de seguridad que vive Nigeria debido a la violencia del grupo yihadista Boko Haram y ha pedido a Camerún que aplique el «principio internacional de no devolución de los solicitantes de asilo».

Según medios locales, los gobiernos de Nigeria y Camerún firmarán el 2 de marzo con el Alto Comisionado de la ONU un acuerdo que permitirá la repatriación a su país de origen de los refugiados que así lo deseen.

El compromiso establecerá las condiciones del retorno, que deben respetar la «dignidad» y la «seguridad» de los refugiados, y reconocerá el derecho a permanecer en Camerún a aquellos desplazados que no quieran volver a su país.

Camerún alberga en el norte del país a más de 85.000 refugiados nigerianos que huyen del grupo islamista Boko Haram, más del 70 por ciento de ellos en el campo de Minawao. Con EFE