Este lunes el Terminal del Norte abrirá sus puertas a 12.000 personas, tras cinco años de retrasos. Sin embargo, el nuevo terminal no será suficiente para atender la demanda de viajeros que hay en esa zona de la ciudad.
De acuerdo con el secretario de Movilidad Juan Pablo Bocarejo, las 19 bahías y 24 taquillas del terminal no darán abasto para recibir flotas de Boyacá, Santander y la Costa Atlántica ni para atender a la cantidad considerable de pasajeros que llegará al lugar.
“Uno de los problemas más graves de esta central de transporte es que no se pensó en el crecimiento que iba a tener la ciudad desde 2012 hasta ahora, por eso se quedó chiquita”, indicó Bocarejo.
El problema que radica en el lugar que se hizo la obra. Allí, la Autopista Norte pasa de cinco a tres carriles y se genera uno de los cuellos de botella más complicados de Bogotá.
Frente a esta problemática, Bocarejo explicó que rediseñaron algunas zonas de acceso de los buses y prohibieron el estacionamiento de taxis en la Autonorte.
Por lo tanto, el Terminal del Norte será un estacionamiento de paso, que servirá para recoger pasajeros, por lo que las flotas tendrán que seguir llegando al terminal del Salitre. También las rutas que vienen de la Sabana hacia Bogotá seguirán estacionándose en el portal Norte de Transmilenio.
Por último, el secretario Bocarejo indicó que la solución sería construir un terminal en la calle 235, idea que por cierto ya se está adelantando con una alianza público privada (APP) que permitirá financiar una sede de transporte más grande, junto con otra en la calle 80.