El tenista suizo Roger Federer necesitó 68 minutos para despachar por 6-2 y 6-3 a un Rafael Nadal en Indian Wells, primer Masters 1000 de la temporada, y lograr así el billete de acceso para cuartos de final.
El suizo se medirá ahora al australiano Nick Kyrgios, que eliminó al serbio Novak Djokovic por 6-4 y 7-6(3) en una hora y 52 minutos.
Con este resultado, Federer ha ganado tres veces seguidas por primera vez en su carrera a Nadal, tras sus últimas victorias en las finales del Abierto de Australia y de Basilea (2015).
Fue una actuación inapelable la del cuatro veces campeón en el desierto californiano ante un rival que no tuvo su día.
El brutal intercambio de golpes ganadores con el que arrancó el primer juego dio paso a un dominio absoluto por parte de Federer, que rompió a su rival a las primeras de cambio y se adjudicó el juego después de que el mallorquín golpeara mal la bola y la enviara a la grada.
Sólido desde el fondo de la pista y armando de un revés imparable, Federer dispuso de una tercera bola de ‘break’ en el quinto juego que no desaprovechó para colocarse en ventaja con 4-1, de nuevo con un revés de otro mundo.
Al número diez del mundo le salía absolutamente todo y se apuntó la primera manga en 34 minutos.
Cualquier acción del suizo llevaba la firma de un tenista en estado de gracia, que no se amedrentó ni un momento cuando Nadal arrancó el segundo set con un juego en blanco.
Su respuesta fue inmaculada: otro juego en blanco con su servicio, al que siguió una rotura de saque para ponerse (2-1) y caminar firme hacia la victoria en unos compases donde el balear parecía un juguete en manos del suizo, ejemplar en cuanto a su sencillez, elegancia y contundencia.
Se llegó al 5-3 con dos bolas de ‘break’ para Federer y el suizo no perdonó, cómo no, con otro revés marca de la casa.
Esta fue la trigesimosexta vez que ambos tenistas se enfrentaban, y a pesar del resultado, el español lleva ventaja en sus emparejamientos directos con una marca de 23 victorias y 13 derrotas.
Nadal y Federer no se enfrentaban tan pronto en un campeonato desde 2004, cuando se vieron las caras por primera vez.