La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) anunció que prendió las alarmas este martes por un “drástico aumento” del caudal en el río Bogotá, producto de las fuertes lluvias que han azotado a la capital del país y municipios cercanos.
De acuerdo con la CAR, aún no se reportan emergencias y la situación se encuentra bajo control, sin embargo, en la noche del lunes se presentó uno de los niveles más altos en la cuenca media del afluente.
A pesar que los promedios son habitualmente de 50 metros cúbicos de agua, se alcanzaron registros de hasta 122 metros cúbicos, más del doble de lo normal.
Por lo tanto, la autoridad ambiental prendió las alarmas en las zonas de influencia de la cuenca media, en particular las localidades de Suba, Engativá, Fontibón y los municipios de Soacha, Funza y Mosquera.
“Aunque en estos temas lamentablemente nunca se puede afirmar que el nivel de riesgo es de cero, sí existen muchas acciones de mitigación que pueden salvar muchas vidas”, señaló Rafael Robles, asesor de la CAR en Gestión del Riesgo.
Según con el director general de la entidad, Néstor Franco,“hace siete años, con estos niveles, el río Bogotá estaría desbordándose en 22 metros cúbicos cada segundo y vertiendo sus aguas a la sabana de Bogotá. El desastre sería inmenso, como el de 2010”.
Por su parte, el ingeniero Aníbal Acosta Pulido, director del Fondo para las Inversiones Ambientales de la Cuenca del Río Bogotá (FIAB), explicó que las obras para aumentar la capacidad hidráulica del río y el retiro de casi siete millones de toneladas de residuos del afluente han evitado emergencias.
“En 2010, el río Bogotá sólo podía transportar 100 metros cúbicos de agua, hoy día está en capacidad de transportar el doble (…) se adquirieron también más de seis millones de metros cuadrados de tierras para permitirle al río usarlos como humedales, zonas de amortiguación para que pueda descansar allí mientras los niveles bajan de manera natural y se respetaron los meandros”, puntualizó el ingeniro Acosta.