Concierto de música electrónica para alertar sobre desaparición del mar Muerto
Foto: Billboard.com
Jean-Michel Jarre eligió la monumental fortaleza de Masada, en Israel, como escenario de un concierto organizado para alertar sobre el riesgo de desaparición del mar Muerto y la necesidad de “resistir” a las políticas de Donald Trump en materia de medioambiente.
La estrella de la música electrónica intentará llamar la atención sobre la “urgencia de salvar al mar Muerto” en el concierto que celebrará el jueves por la noche, según declaró en una entrevista.
El nivel de las aguas del lago salado baja en más de un metro cada año y, de seguir con este ritmo, esta maravilla de la naturaleza, situada entre Israel, Jordania y los Territorios Palestinos, podría desaparecer antes de 2050, avisan los expertos.
El fenómeno comenzó en los años 1960 cuando los países vecinos empezaron a explotar las aguas del río Jordán, principal fuente de abastecimiento del mar Muerto.
Jean-Michel Jarre, embajador de buena voluntad de la Unesco, quiere que “el mundo tome conciencia” del peligro. El músico francés, de 68 años, eligió para su concierto uno de los lugares más emblemáticos de la región, al pie de la fortaleza de Masada, situada en un promontorio rocoso desde el que se domina el mar Muerto y el desierto que lo rodea.
Según el historiador Flavio Josefo, en el año 73 d.C., 960 zelotes judíos, a los que las legiones romanas sitiaban en la fortaleza, prefirieron suicidarse colectivamente en lugar de rendirse.
Masada es patrimonio mundial de la Unesco desde 2002.
“Quiero que el mar Muerto, como Masada, forme parte del patrimonio mundial de la Unesco”, dijo Jean-Michel Jarre.
“Esta región pertenece a la humanidad (…) esto nos concierne a todos en el plano humano, por eso tenemos que hacer lo máximo posible para preservar este lugar”, agregó el artista.
Hasta el amanecer
Jean-Michel Jarre, un artista prolífico que ha sacado tres álbumes en un año y medio, está acostumbrado a los grandes eventos, donde mezcla música electrónica, luces láser y pirotecnia.
En 1990 logró congregar a 2,5 millones de personas en un concierto en París y siete años después, unos 3,5 millones de espectadores se reunieron para uno de sus espectáculos en Moscú.
Esta vez decidió apostar por un espectáculo “intimo”, precisamente para proteger el medioambiente. Sólo hay 10.000 plazas disponibles que serán vendidas en todo el mundo.
“Para mí, la razón de ser de este concierto es hacer que la mayor cantidad de gente tome conciencia de la urgencia de ocuparse de la tierra en su conjunto”, declaró.
“Espero que este concierto, contribuya a organizar la resistencia contra todos los Trump del mundo”, declaró.
Jarre está preocupado por el poco interés del presidente estadounidense por el medioambiente, como muestra el visto bueno dado a la construcción del oleoducto Keystone XL, que su predecesor Barack Obama canceló.
En la gran fiesta el músico alternará su presencia en el escenario con presentaciones de DJ y músicos franceses e israelíes, que tocarán hasta el amanecer del viernes. Con AFP