Foto: Saludalia.com
De acuerdo con American Society of Colon and Rectal Surgeons, la enfermedad de Crohn, es un proceso inflamatorio crónico, de origen desconocido que, aunque puede causar daños en cualquier parte del sistema digestivo desde la boca hasta el ano, afecta principalmente la porción más baja del intestino delgado (íleon) o el intestino grueso (colon y recto).
En la mayoría de los casos, la EC puede generar que se formen cicatrices en el revestimiento del intestino, lo cual ocasiona que los alimentos y las heces pasen más despacio por el tubo digestivo produciendo dolor, cólicos y diarrea. Según expertos, de no ser tratada la enfermedad de manera oportuna se podrían generar graves complicaciones, como hemorragias severas, perforación de órganos e incluso la muerte.
Actualmente este padecimiento se controla bajo tratamiento médico; sin embargo, especialistas aseguran que la EC no tiene cura y se presenta en su mayoría en la población en edad productiva (16-40 años), lo cual puede llegar a ser un gran problema para el paciente ya que al verse obligado a retirarse de su trabajo continuamente se ve afectado su entorno económico, laboral y familiar.
Síntomas
Debido a que la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del intestino, los síntomas pueden ser muy distintos entre un paciente y otro; no obstante, los principales son:
·Dolor abdominal
·Diarrea
·Hemorragia en el recto
·Pérdida de peso
·Fiebre
Cabe resaltar que, dentro del diagnóstico para identificar esta enfermedad los profesionales médicos podrán realizarle al paciente exámenes como la colonoscopia, sigmoidoscopia flexible, tomografía computarizada y radiografías, los cuales podrán definir si la causa del padecimiento es inmunológica o bacterial.
Tratamiento
Para tratar esta enfermedad y teniendo en cuenta el grado de severidad, los especialistas trabajan con terapia farmacológica, que en ocasiones, es acompañada por sugerencias de dietas o terapias nutricionales concominantes a los medicamentos.
Hoy en día no existe ningún fármaco que cure la enfermedad, no obstante existen terapias que buscan mejorar la calidad de vida del paciente y retrasan la aparición de los síntomas.
La EC es crónica y altamente discapacitante. Por esta razón, los especialistas recomiendan a sus pacientes seguir las indicaciones de su médico tratante, asistir puntualmente a los controles clínicos e implementar hábitos saludables que le permitan llevar una vida productiva y normal controlando la enfermedad.