ONU denuncia nuevo desplazamiento forzado de más de 200 familias en el Chocó

Con este, son tres los desplazamientos forzados que se han producido en los últimos días en el Pacífico Colombiano, recuerda la ACNUR, citando el caso de 55 familias que huyeron de sus asentamientos en zona rural hacia el casco urbano en el municipio de Litoral San Juan y y hacia Buenaventura, en el Valle del Cauca, como consecuencia de la masacre de 5 personas del pasado 24 de marzo.
El segundo desplazamiento se produjo al otro extremo del territorio colombiano. Fueron 120 familias del Consejo Comunitario del Río Patía Grande – ACAPA, en juridicción de los municipios de Mosquera y Francisco Pizarro en el departamento de Nariño, que buscaron refugio en el casco urbano de Tumaco.
Sobre el último caso en Riosucio, Chocó, el organismo internacional afirma que el número de familias forzadas a desplazarse puede aumentar debido a que las comunidades indígenas y afrodescendientes de la citada zona enfrentan una crítica situación de confinamiento, reclutamiento forzado y riesgo de afectación por minas antipersonal, munición sin explotar y artefactos explosivos improvisados.
Los hechos fueron comprobados por una misión humanitaria conjunta de ACNUR, la Unidad para la Víctimas y la Defensoría del Pueblo, que visitó la región.
Las 200 familias que ya se desplazaron hacia la zona urbana de Riosucio pertenecens a las comunidades indígenas de Juin Duur y Chintadó, y a las comunidades afrodescendientes de Quiparadó Platanillo, Clavellino, Truandó Medio, Taparal y Pavas.
La ACNUR advierte sobre el riesgo inminente de más desplazamientos de familias de las etnias indígenas Wounaan y Embera que habitan en Kiparadó La Loma, Marcial, Jagual, Juin Duur, Pichindé y Peñas Blancas, lo mismo que las afrodescendientes de Quiparadó Platanillo, La Nueva y Taparal.
La crítica situación, según la agencia de la ONU, es consecuencia de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales que se vienen presentando en las cuencas del río Truandó, municipio de Riosucio, desde la segunda semana del mes de marzo.
La ACNUR advierte que las comunidades mencionadas están en confinamiento, lo que les implica no poder acceder a sus lugares de siembra y producción de alimentos, y tienen restricciones en su movilidad por el riesgo que representa el hecho que actores armados ilegales hayan sembrado minas antipersonal en su territorio, incluso en lugares muy próximos a escuelas y otros bienes civiles.
Agrega que los niños, niñas y adolescentes de la zona se encuentran en riesgo de reclutamiento y vinculación a los grupos armados ilegales que disputan el control del territorio del Truandó.
Resalta que estos hechos afectan a población afrocolombiana e indígena, considerada como sujetos de especial protección constitucional.
La agencia de la ONU llama la atención que, de continuar la situación crítica de seguridad de la zona, las familias habitantes de esta cuenca podrían llegar desplazadas a la cabecera municipal de Riosucio.
ACNUR recuerda que el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo había advertido el pasado 26 de marzo, en su informe N° 009-17, el riesgo para estas comunidades y pide al gobierno colombiano «la implementación de todas las medidas necesarias para proteger a la población civil frente a afectaciones por infracciones al Derecho Internacional Humanitario».
«Llamamos a las entidades a nivel local, departamental y nacional a brindar efectiva atención humanitaria a las comunidades desplazadas o confinadas», precisa.
«Es igualmente necesario–subraya–, que la institucionalidad implemente acciones educativas con la comunidad sobre comportamientos seguros y medidas de prevención frente a riesgo por minas antipersonal, munición sin explotar y artefactos explosivos improvisados».
Finalmente, «ante la situación recurrente de desplazamientos forzados y confinamientos que se han presentado en estos primeros meses del año en toda la Costa Pacífica, ACNUR reitera la importancia de garantizar una respuesta integral y coordinada entre las instituciones nacionales y locales, con particular énfasis en la atención humanitaria para las comunidades confinadas y en las medidas de protección para la prevención de más desplazamientos y de las afectaciones particulares de comunidades indígenas y afrocolombianas».

NOTA DE LA REDACCIÓN:
El Municipio de Riosucio se encuentra ubicado en la parte norte del Chocó, en la zona del Darién, en límites con la República de Panamá. La cabecera municipal está situada sobre la margen derecha del río Atrato, a 380 kilometros de Quibdó, la capital chocoana.
Riosucio limita por el norte, con el municipio de Unguía; por el sur, con los municipios de Carmen del Darién y Bahía Solano; por el oriente, con el municipio de Belén de Bajira y el Departamento de Antioquia; y por el occidente, con la República de Panamá y el municipio de Juradó.