Desalojo de invasión en Suba: Afectados denuncian muerte de 3 personas, pero el gobierno Distrital lo desmiente
El desalojo de una invasión en el barrio Bilbao, de la localidad de Suba, terminó con un saldo de 3 muertos, un bebé de 4 meses de nacido, una mujer embarazada y una anciana, según lo denunciaron este martes los damnificados por la operación realizada por el gobierno Distrital y la Policía Metropolitana.
Sin embargo, el secretario de gobierno de Bogotá, Miguel Uribe refutó la denuncia y aseguró: “Eso no es cierto. No hay ningún muerto”.
Según los voceros de las 100 familias retiradas a la fuerza del lugar, las muertes se produjeron en medio del incendio que se desató cuando se iniciaba el desalojo y que arrasó totalmente todas las improvisadas y rusticas viviendas.
De acuerdo con los denunciantes, el bebé pereció calcinado, mientras una joven embarazada perdió la vida “porque los agentes del Esmad le pasaron por encima”, en tanto que la anciana, que era invidente, falleció de un infarto.
Además, aseguraron que varias personas resultaron con quemaduras, entre ellas una niña de 11 años, quien resultado afectada por las llamas en el rostro.
“Ellos no respetaron a nadie, habían mujeres embarazadas, adultos mayores, niños y bebés de brazos; a todos se los llevaron por delante (…) hay jóvenes heridos y la zozobra de salir de aquí sin tener un lugar a donde irnos”, señaló una mujer que sufrió el desalojo.
Sin embargo, el secretario de gobierno Distrital Miguel Uribe negó que hubiese víctimas mortales, “ni siquiera heridos”, dijo.
Según el funcionario, unas 20 personas resultaron sofocadas por el humo y recibieron oportuna atención médica.
En cuanto a las causas del incendio, Uribe aseguró que este fue provocado por los mismos ocupantes de la invasión para tratar de impedir el desalojo.
El funcionario indicó que el desalojo se ordenó porque los invasores habían ocupado la ronda del río Bogotá y se encontraban en inminente peligro, frente a una eventual creciente del cauce.
Además advirtió que dentro de los ocupantes del lote había “patrones criminales”, gentes con antecedentes por homicidio y distribuidores de drogas, a los cuales, precisamente, responsabilizó del incendio.