Después de 30 días de la tragedia en Mocoa, las Unidades Móviles del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar continúan realizando actividades psicosociales con niños, niñas, hombres y mujeres del albergue El Pepino.
A través de la actividad denominada «Tejido», las mujeres y los niños aprenden a elaborar manillas y mochilas, en medio de un diálogo que los invita a un proceso de superación, esperanza y fortaleza.
«Yo deseo seguir estudiando, ser profesional y salir adelante por mí y mis hijos. Ya lo que pasó, pasó y no tenemos más que seguir surgiendo, así esto implique comenzar de cero», expresó Astrid, una de las mujeres que participa con su hijo de las actividades de Bienestar Familiar.
Para Melisa Morán, antropóloga de la Unidad Móvil ICBF Putumayo, acciones como esta, son un espacio importante para aprender un oficio que genere esparcimiento, pero que a su vez refuerce el valor de la mujer, como sujeto funtamental para el equilibrio de todo el núcleo familiar.
Mientras sigue tejiendo, Astrid reconoce el valor de la actividad y agradece el apoyo del equipo del ICBF que la ha acompañado.
«De corazón le doy las gracias al ICBF que es una institución que nos ha apoyado desde el primer día de la tragedia y nunca nos ha desamparado. Yo siempre he sentido que el trabajo del ICBF nos ha motivado y nos ha permitido estar más seguros de lo que queremos», finaliza la joven madre.