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Las madres con cáncer, diagnóstico oportuno e integral

Referencia

A propósito de la conmemoración del mes de la madre, Alejandra Toro, gerente en Bogotá de RASA, organización que acompaña a pacientes con cáncer, reitera la necesidad de apoyar a las mujeres que padecen esta patología, que no debería asociarse a la muerte, sino a un diagnóstico que tratado de manera oportuna e integral permite a las madres trabajar, soñar y acompañar a sus hijos y nietos en los momentos claves de la vida.

¿Qué representa el cáncer para una mamá como usted?

Es una enfermedad que viene a cambiarte la vida para siempre. El cáncer significa volver a empezar y con la enfermedad podemos aprender nuevas cosas. El sentimiento de “me voy a morir” es inevitable, lo primero que le dije al médico fue ¿me voy a morir?

El médico me explicó todo muy bien y bueno, hoy después de 11 años puedo confirmar que el cáncer no es sinónimo de muerte, si uno recibe atención oportuna, apoyo familiar y acompañamiento espiritual. Mi marido y mis hijos fueron un gran soporte en este proceso y una inspiración para luchar, para ver que hacerme el tratamiento, bien valía la pena.

¿Cómo fue el acceso a los tratamientos?

Me diagnosticaron el 20 de noviembre y el 8 de diciembre ya estaba en cirugía de mastectomía radical y con reconstrucción. El 19 de diciembre estaba poniéndome un catéter subclavio y el 5 de enero ya estaba en quimioterapia, nunca tuve retraso en el tratamiento.

Nunca interrumpí las quimioterapias ni la hormonoterapia, mi experiencia de acceso fue estupenda. Desafortunadamente, ahora que trabajo con pacientes me doy cuenta que la mayor parte de personas, especialmente las mujeres madres cabeza de familia deben sortear muchos obstáculos y por eso me decidí a trabajar por ellas y para todos los que tienen un diagnóstico tan fuerte que además del malestar físico les produce angustia emocional por cuenta de los ingresos y responsabilidades familiares.

¿Qué la motivó a trabajar por más madres con cáncer a través de asociaciones de pacientes?

Trabajo en RASA, Red de Apoyo Social de Antioquia, una asociación de pacientes que nació en Medellín. Me vinculé al tema de apoyo desde hace muchos años, anteriormente estuve vinculada a otra fundación.

Los pacientes me han ayudado a exorcizar la palabra cáncer, porque trabajar por los demás lo llena de motivos para seguir adelante, porque uno se llega a olvidar de su propia enfermedad y empieza a notar que lo mejor que tiene la vida es poder ayudar, ser solidarios. En cierto modo eso me permite estar más aferrada a la vida y a Dios. Siento que es la gratitud por tantas cosas buenas que me ocurrieron a mí.

¿Por qué considera que es importante que se piense primero en el paciente?

Cuando uno es paciente y está pasando por una enfermedad, es el momento más vulnerable de una persona, debemos pensar en el paciente en primera instancia, no debemos pensar lo que nos cuesta el paciente, debemos pensar en todo lo que debe recibir el paciente para que pueda salir de su enfermedad. Brindarle calidad de vida, lograr que sea lo menos traumático posible; cuando una persona está enferma vive un momento muy difícil.

¿Cómo es su vida actual como mujer, mamá y líder de las pacientes con cáncer?

Mi vida actual es maravillosa, llena de emociones de sueños de metas cumplidas y por cumplir con mis pacientes. Dar un abrazo llena el corazón de felicidad, mi vida ahora es como siempre la soñé. El sueño que tengo es envejecer al lado de mi esposo y ver a mis hijos ser padres, verme de abuela es mi mayor sueño.

También sueño con poder apoyar más a las personas y hablarles de la grandeza de fortalecer la parte espiritual. Cuando pienso en todo esto siento que la acción pronta de médicos, las terapias recibidas y la asesoría oportuna, me permitieron gozar de grandes instantes como ver a mis hijos crecer y hoy sentirme afortunada de poder contribuir a que más mujeres con cáncer lleguen a tiempo como yo a una solución basada en los avances científicos.