Las cadenas de montaje de coches de la planta que el grupo automovilístico Renault tiene en la ciudad de Douai, norte de Francia, cerca de la frontera belga, no estarán en funcionamiento mañana, debido a los ciberataques que ha sufrido el grupo.
La dirección envió hoy mensajes al teléfono de sus empleados para comunicarles que la producción de coches estará suspendida esa jornada y que la actividad se reanudará en el turno de noche, en concreto en el taller que realiza piezas para otras factorías de la compañía, indica el periódico “La Voix du Nord” en su sitio web.
La empresa explicó que ha tomado “esa decisión para permitir a los equipos informáticos continuar su trabajo para asegurar la producción”.
El secretario del sindicato Fuerza Obrera (FO) Frédéric Gallet, puntualizó que sí que trabajará el servicio de aprovisionamiento de piezas, igual que los obreros que se encargan de montar los paneles de las puertas de los vehículos, en este último caso para recuperar el retraso acumulado por un incendio en las instalaciones de un proveedor en la República Checa.
Cerca de 3.000 asalariados de la factoría de Douai, donde se ensambla en particular el modelo Scénic, se verán afectados por esta medida preventiva.
De acuerdo con la dirección, los equipos informáticos se dedicaron ayer a tomar medidas para atajar la propagación del virus.
En esa misma región de Norte-Paso de Calais fronteriza con Bélgica sí reanudará la producción el lunes la planta de Renault en Maubeuge, donde se ensamblan sobre todo furgonetas Kangoo.
Renault es la única gran empresa que se conozca en Francia que ha resultado afectada por los ciberataques, que se han extendido por más de un centenar de países de todo el mundo.
La compañía tuvo que decidir, a título preventivo, la suspensión del trabajo en algunas de sus factorías que inicialmente debían seguir en actividad durante el fin de semana, como la de Sandouville, en Normandía (noroeste del país). Con EFE