–Las partidas de ayuda de Estados Unidos a Cuba, Venezuela y Ecuador, fueron eliminadas y al resto de países latinoamericanos, comenzando por Colombia, fueron drásticamente recortadas dentro del proyecto de presupuesto tramitado por el presidente Donald Trump al Congreso estadounidense.
En lo que respecta a Colombia, tal como lo informamos la víspera aquí en la web de Radio Santa Fe, la “asistencia” estadounidense para el plan de paz y el posconflicto, se redujo 140 millones de dólares al pasar de 391 millones asignados para este 2017 a 251 millones de dólares para 2018.
El hecho es que el presupuesto que se asigna al Departamento de Estado, el que distribuye las ayudas, se fija en 37,600 millones de dólares, de los cuales 1,093 millones corresponden a las operaciones en el continente americano y el Caribe, con un recorte de 614 millones de dólares con respecto al presente año.
El presupuesto incluye además 587 millones de dólares para luchar contra las organizaciones criminales trasnacionales a nivel global, 189 millones menos que en el año fiscal 2016.
Colombia, por su parte, recibiría 251,4 millones de dólares, una cantidad no demasiado inferior a los 299,4 millones que obtuvo en el año fiscal 2016 pero sí notablemente menor a los fondos aprobados por el Congreso para el periodo 2017, un total de 391 millones contemplados en el plan “Paz Colombia” para el posconflicto.
Sin embargo, es posible que haya más fondos para Colombia en las partidas dedicadas a operaciones regionales en todo el continente ($300 millones de dólares), temas de narcotráfico y seguridad en todo el mundo (167 millones), o ayuda humanitaria y promoción de la democracia a nivel global (2,679 millones de dólares), según lo reseña un informe de la Voz de América.
El tijeretazo, que es general (todas las cifras en dólares estadounidenses, por supuesto), es así:
La partida dedicada a Cuba, que en el año fiscal 2016 fue de 20 millones de dólares, se redujo a cero; igual a Venezuela, que obtuvo 6,5 millones.
La propuesta también elimina los fondos específicos para Ecuador, que en 2016 recibió 2 millones.
Respecto a Cuba y Venezuela, recuerda el diario El País, de España, que desde que llegó a la Casa Blanca, Trump ha elevado el tono ante La Habana pero no ha alterado por ahora el deshielo diplomático iniciado por Obama; y también ha endurecido las sanciones a Caracas por el deterioro democrático en ese país.
México recibiría 87,7 millones, un recorte del 45,3 por ciento con respecto al año fiscal 2016, cuando obtuvo 160,1 millones. La partida de control internacional de narcóticos y seguridad se disminuye de 100 millones a 60 millones.
Guatemala obtendría 80,7 millones, frente a los 131,2 millones que recibió en el año fiscal 2016; Honduras se quedaría con 67,8 millones (frente a los 98,2 de 2016), y El Salvador con 46,3 millones (frente a los 67,9 anteriores).
Nicaragua recibiría 200,000 dólares (frente a los 10 millones del año fiscal 2016), Costa Rica obtendría 400,000 dólares (frente a los 1,8 millones del año fiscal 2016), Panamá recibiría 1,2 millones (frente a los 3,3 millones anteriores).
República Dominicana, en el Caribe, recibirá 10,5 millones frente a los 21,6 de 2016 y Haití, 157,4 millones frente a los 190,7 millones del año anterior.
A Perú llegarían 49,6 millones (frente a los 74,9 del año fiscal 2016); mientras que Chile recibiría 500,000 (frente a los 670,000 anteriores); Argentina tendría 500,000 dólares, Uruguay obtendría 400,000, la misma cantidad que Paraguay; y Brasil recibiría 815,000 (frente a los 12,8 millones de 2016).
La doctrina del presidente Donald Trump de América Primero se traduce en 614 millones menos de dólares en ayuda para la región respecto a 2016. Los más afectados son México y Centroamérica, acechados por la violencia del narcotráfico y pobreza estructural que alimenta la emigración hacia EE UU, precisa El País de España y agrega:
Trump convirtió en bandera electoral la humillación a México y la estigmatización de los inmigrantes indocumentados. Prometió construir un muro con el país vecino para frenar la llegada de “violadores y drogas”, y sigue insistiendo en que la barrera se construirá y la pagará México. Pero paradójicamente el presupuesto del Departamento de Estado —que sufre un severo descenso generalizado pero que podría ser modificado en su proceso de votación en el Congreso— reduce la ayuda a México y Guatemala en seguridad y lucha contra el narcotráfico.
El plan debe ser aprobado por el Congreso, por lo que se espera que sufra cambios, si se consideran los comentarios de varios legisladores demócratas y republicanos luego de recibir la propuesta, señala por su parte la VOA, la cual destaca, además que Trump propone en su presupuesto fusionar la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), con el Departamento de Estado.
USAID, que trabaja en unos 100 países, tendría que limitar de 30 a 35 por ciento de sus oficinas regionales, al sufrir un recorte del 65 por ciento en su presupuesto.
Un documento del plan presupuestario obtenido por la revista Foreign Policy, propone usar los reducidos fondos de la asistencia para el desarrollo en un programa que está relacionado estrechamente con objetivos de seguridad nacional, informa la publicación.
La Voz de América reseña las reacciones que se han producido en el Congreso estadounidense y señala que legisladores demócratas criticaron duramente el plan presupuestario indicando que contradice muchas de las promesas que Donald Trump hizo durante la campaña electoral, y especialmente porque recorta drásticamente muchos programas sociales, de educación, salud y medio ambiente, además de la asistencia al exterior.
Particularmente señalan los recortes de impuestos que beneficiarían a los estadounidenses más adinerados. El senador Bernie Sanders, independiente por Vermont, dice que el plan es “inmoral”, agregando que es una transferencia masiva de riqueza de las familias trabajadoras y ancianos al 1 por ciento de los más ricos.
El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, dijo que el presupuesto como está perjudicará a muchos partidarios de Trump, pero está convencido de que será rechazado.
En la Cámara de Representantes, la líder de la minoría Nancy Pelosi, demócrata por California, dijo que los recortes que afectarán los programas de Seguridad Social, Seguro para Discapacitados, el presupuesto de los Institutos Nacionales de Salud y la educación, “es una de las propuestas presupuestales más tontas que puedan hacer”.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dijo en cambio que la propuesta “da prioridad a los contribuyentes de la nación por encima de los burócratas de Washington” y fortalece el estamento militar.
El presupuesto de Trump, que alcanza a los 4.100 billones de dólares proyecta eliminar el déficit nacional en una década al tiempo que se protegería la Seguridad Social y el Medicare, el programa de seguro médico para los estadounidenses de 65 años o mayores.
La mayor parte de los recortes propuestos por Trump disminuyen drásticamente programas de ayuda a los pobres, desde Medicaid a los subsidios de alimentos y pagos a discapacitados.
Otros republicanos, como los senadores John Cornyn y John McCain, declararon que el plan “no tiene posibilidad de ser aprobado”.
El legislador republicano Hal Rogers, de Kentucky calificó los recortes a los programas de ayuda para los pobres como “draconianos”.
Su colega Fred Upton, de Michigan, cuestionó la propuesta presupuestal de Trump que incluye fondos para la construcción de un muro en la frontera con México, diciendo: “Creí que México iba a pagar por el muro, ¿Por qué está esto en nuestro presupuesto?”, preguntó.
El líder de la minoría en el Senado, Steny Hoyer, dijo no haber visto en sus 36 años en el Congreso “un presupuesto menos realista”.
Expertos y economistas independientes dicen que el plan fiscal de la administración Trump se basa en proyecciones irreales de crecimiento económico (del 3 por ciento).