Por Mauricio Botero Caicedo
Según informes de prensa, el jefe guerrillero de las Farc, ‘Timochenko’, se declaró sorprendido por la captura por un militante de esta guerrilla que fue detenido por las autoridades en la ciudad de Bogotá, por lo que puso en duda la dejación de armas y advirtió que esta detención pone en peligro el cronograma de dejación de armas. Amenazó, sin tapujos ni rodeos, que por este hecho están contemplando solicitar el aplazamiento de dejación de armas.
A su turno el presidente Juan Manuel Santos, en respuesta a la amenaza de ‘Timochenko’ de suspender ese proceso por la captura de un militante del grupo guerrillero, afirmó que se mantiene el calendario para la entrega de armas de los guerrilleros de las Farc en virtud del Acuerdo de Paz.
El hecho es que llegó la hora de ponerse los pantalones. ¡Basta ya de amenazas! El Gobierno tiene que ser firme y vertical en que no va a permitir la demora en la entrega, y toda actividad de parte de las cabecillas de las Farc queda suspendida hasta que no se entregue la totalidad de la munición y de las armas.
Por otra parte, el país tuvo oportunidad de ver, atónito, como dos de los cabecillas de las Farc, un mequetrefe de nombre Andrés París y el peligrosísimo Jesús Santrich, entraban a Congreso, escoltados por individuos armados, supuestamente para asistir a la celebración del cumpleaños de Clara López. ¿Qué hacen individuos armados entrando al recinto sagrado de la democracia? Que lo expliquen las autoridades…
¿Entre otras, Clara López le debe aclarar al país si los miembros de las Farc son los invitados frecuentes en la celebración de sus aniversarios?