En Colombia talamos bosques. 950.000 hectáreas para sembrar café. Minería ilegal. Talamos bosques con apego a la ley para sembrar cemento en condominios.
Arrojamos basuras y latas de cerveza a los cauces de los ríos. Se construye sobre los ríos. Se invaden las reservas. Se queman los bosques.
Las motos deslumbrantes fastidian con sus ruidos subidos de tono. En los sectores populares y discotecas de bien, el ruido es de más de 100 decibeles con música que invita a tomar licor, a consumir drogas y a pegarle a las mujeres. Y el consumo de alcohol es patrocinado por las licoreras del Estado que utilizan a chicas con minifaldas para que ofrezcan degustaciones y capten adictos.
Y 250.000 hectáreas sembradas en coca y marihuana..
Y la lista sigue en abundancia.
¿Y con qué autoridad moral se puede criticar a quienes no firman los acuerdos de Paris sobre cambio climático?