–Adriana Micanquer y Ximena Pinzón Zárate, estudiantes de Doctorado y Maestría en Biotecnología, respectivamente, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, desarrollaron una nueva metodología para producir cosméticos con base en aceite de chontaduro, componente esencial de la cultura pacífico colombiana y particularmente promovido como un afrodisiaco.
Según la investigación de los dos estudiantes, cremas y jabones se pueden producir con este fruto exótico, que se cultiva principalmente en los departamentos de Valle del Cauca, Cauca, Putumayo y Chocó y del cual solo se consume la pulpa cocida, generando residuos como cáscaras y semillas que se desechan convirtiéndose en fuente de contaminación.
Pero, es precisamente de la semilla o la pepa que cubre la pulpa, de la cual se genera el aceite para elaborar los productos cosméticos.
Para obtener el aceite de la semilla de chontaduro, las estudiantes aplicaron el método denominado “extracción acuosa enzimática”, que usa un complejo de enzimas -en este caso Viscozyme- conformado por celulasas, cuya función es mejorar la extracción.
Con el pretratamiento enzimático se logró un rendimiento en la cantidad de aceite obtenido del 14 % respecto al tratamiento sin la aplicación del complejo enzimático, con el que el rendimiento fue del 10 %.
Lo innovador de la investigación se fundamenta en reemplazar las tecnologías de extracción convencionales por nuevas alternativas evitando el uso de solventes orgánicos como hexano, éter de petróleo o alcohol isopropílico, sustancias químicas que generan contaminantes y que son tóxicas, por lo que representan un riesgo para quienes las manipulan.
Al caracterizar el producto final se evaluaron, entre otros aspectos, la densidad, que fue de 0,9 gramos por mililitro, y el índice de acidez de 1,95. Estos datos están dentro de los valores reportados para aceites vegetales.
Los resultados evidencian la utilidad y eficiencia de la extracción del aceite utilizando esta tecnología que no se había aplicado antes a la semilla de chontaduro, sobre la cual tampoco existían estudios, según la investigadora Micanquer.
Gracias a la prueba de calorimetría también se identificó que este aceite es parecido al que se extrae del coco, característica que lo hace pertinente y útil para su posible uso en manufactura cosmética. Además, su coloración (amarillo claro) puede obedecer a la posible presencia de pigmentos.
La estudiante de doctorado expone que “para la industria alimentaria no sería muy viable, porque puede tener alto porcentaje de ácidos grasos saturados. Sin embargo, aún quedan variables por evaluar”.
Obtención del producto
El proceso para la extracción de aceite comenzó con la recolección de cinco kilogramos de chontaduro cocido, a los que se les retiró la cáscara, la pulpa, y las capas externas de las semillas.
Después se trituraron en un molino industrial, se obtuvo harina y de ahí se pasó a una solución a la que se le adicionó el complejo enzimático Viscozyme en diferentes concentraciones. El proceso, denominado hidrólisis, se realizó durante 18 horas a 30 °C.
Luego, para la extracción se adicionó agua, se dejó reaccionar durante seis horas a 60 °C con agitación constante, y finalmente se retiró la capa de aceite y se refrigeró.
Según la investigadora Micanquer, la siguiente etapa consiste en caracterizar la composición de la semilla para identificar si la enzima usada es la más adecuada, dados los buenos resultados, o si se puede utilizar otra. También se va a complementar la del aceite para evaluar otras propiedades y definir otros usos. (Informe de la Agencia de Noticias U.N.)