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Con apoyo del SENA, aprendices encuentran alternativas ante la escasez de peces en Santander


Aplicando nuevas técnicas agrícolas, los aprendices del SENA han triplicado la producción de sus cultivos en Puerto Cayumba, corregimiento de Puerto Wilches, Santander.

?Lejos de los centros de formación, de las ciudades y los municipios, hasta esas zonas rurales de difícil acceso donde viven familias que en su mayoría enfrentan situaciones de pobreza y falta de oportunidades para su desarrollo personal y laboral, llega el SENA para facilitar con formación, empleo y emprendimiento, el bienestar de las comunidades.

Tal es el caso de quienes habitan Puerto Cayumba, un caserío ribereño ubicado en la cuenca baja del río Sogamoso, en el municipio de Puerto Wilches, Santander. Allí el ochenta por ciento de los habitantes sobrevivían de la pesca, actividad económica que se ha visto perjudicada a causa de la diminución del caudal del río y la poca producción de peces.

“La pesca aquí ya no es lucrativa, antes en los días buenos se pescaban casi 200 bocachicos diarios, hoy día apenas si pescamos lo de comer. El río Sogamoso bajó su caudal y se murieron los peces. Ya no hay pescado como antes”, manifestó Iván Rincón, habitante de Puerto Cayumba y aprendiz del Técnico en Cultivos Agrícolas del Centro Industrial y del Desarrollo Tecnológico de Barrancabermeja.

Depender de la actividad pesquera como una de las principales fuentes de ingreso, significó para la población de Puerto Cayumba afianzar su condición de pobreza extrema, aún cuando el DANE el año pasado reportó que la pobreza en los centros poblados y zonas rurales dispersas en el país, fue de 38.6 %, representando así una disminución del 1,7 puntos porcentuales frente al 2015, cuando alcanzó 40.3 %.

En Puerto Cayumba, a diferencia del promedio general en Colombia, la pobreza no disminuyó a pesar de ser un territorio que cuenta con un suelo potencialmente apto para la producción agrícola. Su población, por tradición ancestral, se ha dedicado especialmente a la pesca y al cultivo de palma de aceite, olvidando otros productos que también resultan rentables para la sostenibilidad de la economía.

Este panorama impulsó al SENA a desplazarse hasta este alejado, húmedo y caliente corregimiento, donde la temperatura suele llegar a 45 grados centígrados en el día, para ofrecer oportunidades de formación y emprendimiento basadas precisamente en las características biofísicas del territorio.

“Mi familia y yo dependíamos casi que únicamente de la pesca. Con el SENA hemos identificado nuevas fuentes de ingreso. En este momento estamos implementando técnicas agrícolas en cultivos de yuca, plátano y maíz”, aseguró Lizney Vidales Jaimes, una de los 30 aprendices que se forman como Técnicos en Cultivos Agrícolas en Puerto Cayumba.

Como Lizney e Iván, cerca de 28 aprendices más, que habitan el poblado ribereño, se capacitaron para aprender y fortalecer habilidades técnicas en cultivos que están siendo rentables para ellos, su familia y el desarrollo de la región.

Actualmente conformaron una unidad productiva de maíz, yuca, plátano y ahuyama en un terreno de casi dos hectáreas, donde aplican técnicas innovadoras como por ejemplo que en los cultivos de plátano controlan la sigatoka amarilla, una enfermedad causada por un hongo, mediante la implementación de drenajes que evacúan la humedad deteniendo la proliferación del hongo, mientras que en los cultivos de yuca se reemplazó el cultivo tradicional por técnicas nuevas y mejoradas como la siembra en caballoneo, en montículos y siembra directa.

Estas son sólo algunas de las técnicas innovadoras que actualmente aplican los aprendices para proteger sus plantaciones de las agresiones del cambio climático como las sequías y la proliferación de plagas, y así generar mayor calidad, sostenibilidad y rentabilidad en sus cultivos.

Con las prácticas artesanales, en los cultivos de yuca anteriormente obtenían un rendimiento de 15 toneladas por cosecha, ahora con las técnicas aprendidas en el SENA, están logrando 40 y hasta 50 toneladas por cosecha.

“En el campo hay grandes recursos que algunas veces son invisibles para sus pobladores por falta de conocimiento en áreas pertinentes al sector, por eso el SENA además de traer formación hasta sus veredas, busca que ellos se apropien de estos conocimientos e identifiquen ideas de negocio para crear proyectos productivos, que faciliten su bienestar sin tener que salir a buscar ingresos a la ciudad”, expresó David Hernando Suárez Gutiérrez, director regional SENA Santander.

Durante 2016 y primer semestre de 2017, el Centro Industrial y del Desarrollo Tecnológico, CIDT, ubicado en Barrancabermeja para atender la Provincia de Mares en Santander, ha capacitado a más de 200 personas que hacen parte de poblaciones rurales y vulnerables.

Estas personas han recibido por parte del CIDT, formación técnica en manejo ambiental, producción agropecuaria, cultivos agrícolas, instalaciones eléctricas en baja tensión, compras y suministros, entre otros.