El Parlamento de Turquía aprobó hoy una serie de medidas entre las que prohíbe a los diputados mencionar al Genocidio Armenio y a Kurdistán.
Según la agencia de noticias estatal Anadolu, las propuestas aprobadas, entre las que se encuentran la reducción de la cantidad de tiempo en que los legisladores pueden debatir, prevén multas y suspensiones para quienes “insulten al Presidente, al Parlamento o a los parlamentarios, así como a los diputados que critican la historia de la República de Turquía o el ‘orden constitucional’ del país”, o a los que “usen términos contrarios a la integridad indivisible del Estado con su territorio y nación”.
En ese sentido, se le quitará beneficios a quienes se abstengan de prestar juramento, método utilizado por parlamentarios del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), partido de izquierda que nuclea a kurdos y otras minorías. Los cambios propuestos por el oficialista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y el Partido del Movimiento Nacional (MHP) habían sido aceptados por la Comisión Constitucional del Parlamento el 21 de julio.
La ambigua legislación es similar al artículo 301 del Código Penal turco, que prevé prisión de 6 meses a 2 años a quien “denigre públicamente a la Nación turca, al Estado de la República Turca o a la Gran Asamblea Nacional de Turquía y a las instituciones judiciales del Estado”. Ese artículo permitió el enjuiciamiento y persecución del escritor Orhan Pamuk, el editor Rag?p Zarakolu, el historiador Taner Akçam, el periodista Hrant Dink, quien terminó siendo asesinado por un nacionalista turco en 2007, Arat Dink (el hijo de Hrant) y Serkis Seropyan, editor de Agos, entre otros, todos por escribir sobre el Genocidio Armenio.
Además, la prohibición de hablar contra la “integridad indivisible” de Turquía parecería apuntar contra quienes traten temas como la creación de Kurdistán, un Estado kurdo dentro del actual territorio de Turquía, o la devolución de las tierras apropiadas de la “Armenia histórica” del este de Turquía, que algunos consideran como una de las formas de reparación del Genocidio Armenio.
“Los gobiernos autoritarios van transformando a sus parlamentos en espacios estancos que ya no deliberan y no buscan soluciones a los problemas sociales”, opinó Alfonso Tabakian, director del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica, sobre la medida al ser consultado por la agencia Prensa Armenia. “Un ejemplo más de esto es el control y la censura que Erdogan y sus súbditos tratan de imponer en esa pseudodemocracia con cuestiones tan relevantes y relegadas como el Genocidio Armenio y la cuestión kurda”.