Tras 15 días de la captura de 13 policías aparentemente involucrados en el tráfico de drogas y extorsiones en el barrio Las Cruces, junto con nueve civiles,11 uniformados actualmente están en sus casas, dos más quedaron libres y los civiles fueron enviados a la cárcel.

A pesar de que los fiscales indicaron que sus pruebas eran contundentes, la juez 25 de garantías les otorgó medida de aseguramiento en centro carcelario para los civiles y domiciliaria para los policías.

Inicialmente, la jueza les imputó a los funcionarios y a los civiles cargos por los delitos de cohecho, extorsión, tráfico de estupefacientes, concierto para delinquir, falsedad en documento público y uso excesivo de la fuerza.

Sin embargo, los capturados ahora tendrán que responder solo por delitos excarcelables como cohecho propio, es decir, recibir sobornos, una condena que por ser menor a cuatro años podría pagarse con libertad condicional.

También tendrán que responder por falsedad en documento público y por uso excesivo de la fuerza, delitos cuya pena también pueden pagar sin estar en la cárcel.

De acuerdo con algunos de los defensores, si bien las interceptaciones telefónicas dan cuenta de la comunicación de los supuestos traficantes con policías, no es claro si es con los mismos capturados, lo que habría provocado que la juez desvirtuara dichas pruebas y les otorgara detención domiciliaria, decisión que apeló la Fiscalía.