Corea del Norte amenaza con represalia “despiadada” contra EE.UU. y Corea del sur
El Ejército de Corea del Norte, estacionado en la aldea de la tregua de Panmunjom, dijo que EE. UU. ha ignorado su advertencia de tomar la decisión correcta, asegurando un castigo sin piedad de Pyongyang, según la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA, según sus siglas en inglés).
“EE. UU. debería asumir toda la responsabilidad de los resultados catastróficos de su imprudente juego de guerra, ya que optó por una confrontación militar con nosotros”, dijo el portavoz en un comunicado.
Los soldados surcoreanos y estadounidenses iniciaron, el lunes pasado, unas maniobras militares conjuntas de 11 días de duración, en donde participan cerca de 17.500 soldados estadounidenses y 50.000 surcoreanos.
Pyongyang denunció los ejercicios como un ensayo para la invasión de su territorio, pese a la reafirmación de Seúl y Washington de que son de naturaleza defensiva.
Corea del Norte emitió rutinariamente advertencias antes y durante los ejercicios de los aliados, pero este año tienen lugar en medio de las elevadas tensiones entre Washington y Pyongyang tras el intercambio de retórica belicosa.
El líder norcoreano pospuso, la semana pasada, las amenazas de misiles hacia el territorio estadounidense de Guam, después de que los funcionarios de EE. UU. desestimaran el riesgo de una guerra inminente con el Norte.
Sin embargo, prometió tomar una decisión “importante” si EE. UU sigue con “actos extremadamente imprudentes y peligrosos” en la península coreana, refiriéndose, al parecer, a las maniobras militares.
DIPLOMACIA ANTES QUE OPCIÓN MILITAR
Mientrad tanto, el alto mando militar del Ejército de Estados Unidos a cargo de la región de Asia y el Pacífico afirmó, este martes, la importancia de tener preparada una opción militar creíble para respaldar la diplomacia en los esfuerzos para resolver el tema de Corea del Norte.
En una inusual conferencia de prensa conjunta, celebrada en Corea del Sur, los líderes militares acordaron que la diplomacia es una prioridad pero que es una tarea difícil sin una disuasión potente.
“Esperamos y trabajamos para unas soluciones diplomáticas al reto presentado por Kim Jong-un”, dijo el jefe del Comando del Pacífico, el almirante Harry Harris, a los reporteros, llamando al líder norcoreano por su nombre. “Un fuerte esfuerzo diplomático respaldado por un fuerte esfuerzo militar es la clave”, dijo, añadiendo que “una potencia de combate creíble” debería ser utilizada para respaldar la diplomacia.
Asimismo, describió la diplomacia como el “punto de partida más importante” en relación con las especulaciones sobre una línea roja para que EE. UU. lance un ataque preventivo contra el Norte, aunque se mostró comedido sobre planes de acción específicos.
Harris hizo tal comentario en una conferencia de prensa realizada en la Base Aérea de Osan, en la provincia de Gyeonggi -la base de la Fuerza Aérea de EE. UU. más cercana al Norte-, con el general Vincent K. Brooks, jefe del Comando de Fuerzas Combinadas de Corea del Sur y Estados Unidos (CFC) en Seúl y comandante de las Fuerzas Armadas Estadounidenses en Corea del Sur (USFK, según sus siglas en inglés); el general John Hyten, jefe del Comando Estratégico; y el teniente general Samuel Greaves, director de la Agencia de Defensa contra Misiles de los Estados Unidos.
En tal sentido, el jefe de las USFK enfatizó la necesidad de seguir manteniendo las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur regularmente.
Los aliados iniciaron, el lunes pasado, el entrenamiento conjunto Ulchi Freedom Guradian (UFG), pese a la demanda constante de Pyongyang de detener tales ensayos militares, que considera, desde hace mucho tiempo, una maniobra para invadir su país.
Brooks dijo que las maniobras son muy importantes, recalcando que los actos y las actividades de Corea del Norte son peligrosos.
Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos intercontinentales en julio, seguidos por una amenaza de lanzamiento de misiles de medio alcance hacia Guam, donde EE. UU. guarda activos estratégicos en caso de una situación de emergencia en la península coreana.
El comandante de las USFK, de 28.500 soldados, dijo que sus hombres tienen la responsabilidad de proporcionar opciones militares a sus líderes y añadió que los aliados deberían seguir sus maniobras pese a la queja rutinaria del Norte, hasta que tengan un motivo para hacer lo contrario.
Hyten dijo que su comando estratégico está comprometido a aportar a las USFK todas las capacidades estratégicas, inclusive los sistemas de defensa antimisiles.
Es poco usual que los generales al mando de EE. UU. que sirven en el extranjero se reúnan en Corea del Sur y emitan un comunicado conjunto, lo que refleja el nivel de alerta de Washignton contra el rápido desarrollo nuclear y de misiles de Corea del Norte.
Los comandantes inspeccionaron las maniobras de puesto de mando UFG, que está previsto que se celebren hasta el próximo jueves, y se dirigieron posteriormente a la nueva base de las USFK para el Sistema de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD), en Seongju, a unos 300 kilómetros al sudeste de Seúl.
Sus viajes simultáneos en el país también tienen como fin realizar reuniones de presentación con los nuevos líderes militares de Corea del Sur, incluidos el ministro de Defensa, Song Young-moo, y el general Jeong Kyeong-doo, jefe del Estado Mayor Conjunto. (Información de la agencia Yonhap)
