Personalizar preferencias de consentimiento

Utilizamos cookies para ayudarte a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrarás información detallada sobre todas las cookies en cada categoría de consentimiento a continuación.

Las cookies que se clasifican como "Necesarias" se almacenan en tu navegador, ya que son esenciales para habilitar las funcionalidades básicas del sitio.... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

No cookies to display.

Performance cookies are used to understand and analyze the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customized advertisements based on the pages you visited previously and to analyze the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

Opinión

Luisa Ortega

por Mauricio Botero Caicedo
(Nota: Una vez escrito este artículo, le ex – fiscal Luisa Ortega decidió viajar al Brasil. Este hecho no cambia el mensaje de fondo del artículo)
Dentro de la cascada de malas noticias, especialmente aquellas relacionadas con la creciente corrupción en prácticamente todos los estamentos del Estado, hay una buena noticia: la decisión y la firmeza del gobierno en concederle asilo, si es que lo solicita, a la destituida Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega.

Como era de esperarse con esta decisión de otorgarle asilo a Luisa Ortega, Maduro y sus secuaces han entrado en cólera y tildan a Colombia de ser el “Caín de América”. Nada más torpe: buena parte de las naciones del continente le brindan asilo a los perseguidos políticos de sus vecinos. Y el que pretenda argumentar que la Luisa Ortega no es una perseguida política, es un bellaco o un desinformado.

Maduro y los chavistas tienen razones de fondo para estar preocupados por la presencia de Luisa Ortega en Colombia: es mucho lo que esta señora puede contar sobre la inmensa y sistemática corrupción de los chavistas. La ex –fiscal, que en su día era una furibunda chavista, tiene que saber de todas las porquerías que los chavistas han adelantado, tanto para enriquecerse como para mantenerse en el poder. Lo que no es explicable es como un país que ha recibido cerca de mil millones de millones de dólares por concepto de venta de hidrocarburos esté pasando hambre y se haya colocado ad portas de la más abyecta de las miserias.

Doña Luisa Ortega ya ha anunciado que tiene pruebas de las coimas que repartió Odebrecht en Venezuela. Y que estas coimas van a salpicar a las más destacadas figuras del chavismo, no hay la menor duda. Lo que si hay serias duda es ¿si la izquierda colombiana y la continental va finalmente a aceptar que el ‘Socialismo del siglo XXI’ es sencillamente el mecanismo para despojar a una nación de sus riquezas y de perpetuarse en el poder, o van a seguir insistiendo que es un modelo social y económico digno de imitar, como afirman las Farc?