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El viaje de Francisco a Colombia desde la óptica extranjera: El Papa, la paz y la división de la Iglesia colombiana

–Así titula el diario El País de España este jueves un informe sobre la visita del jefe de la Iglesia Católica a Colombia: El Papa, la paz y la división de la Iglesia colombiana”. Y complementa: “Francisco afronta el viaje a Colombia con el reto de unir a la sociedad y a los fieles del país”.

El papa Francisco llegó ayer a Colombia con el reto de apoyar el proceso de reconciliación de la sociedad y de la clase política, muy divididas ante el acuerdo de paz con la antigua guerrilla de las Farc, que dejó las armas tras más de medio siglo de conflicto y se constituyó como partido legal, comienza diciendo el reporte de los periodistas Francesco Manetto y Sally Palomino en el periódico español.

Y prosigue así:

Pero esa meta de convivencia empieza precisamente en la Iglesia de ese país y en la propia comunidad católica, que afronta esta nueva etapa en medio de una profunda polarización. Colombia cuenta, al menos según las estadísticas, con un porcentaje muy elevado de fieles. De sus 49 millones de habitantes, más de 45 están bautizados. En la jerarquía católica y en las bases las sensibilidades son encontradas y hay opiniones divergentes sobre la integración de la organización insurgente en el sistema. En este contexto, Jorge Mario Bergoglio pondrá a sus seguidores ante un espejo.

“Este es un país que vive un catolicismo mayoritario. El Papa viene por fin a interpelarnos como miembros de la Iglesia, a hablarnos duro a decirnos cosas que nos creemos convenientes”, razona Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC) y experto en religión. La Iglesia, en su opinión, tiene un papel en la reconciliación “Estoy seguro de que nos va a decir más cosas que nos van a conmover como miembros de la Iglesia, nos van a incomodar”.

Algunos sectores católicos ultraconservadores han rechazado abiertamente esta visita, que inició ayer en Bogotá y concluye el domingo en Cartagena. El canal de televisión Teleamiga se ha dedicado en los últimos meses a transmitir mensajes en contra del Pontífice. Detrás de la protesta está el director de ese medio de comunicación, José Galat, quien trató de concurrir a las elecciones presidenciales de 2010 por el Partido Conservador y es rector de la Universidad Gran Colombia. “El canal es católico, los que no son católicos son los que niegan la fe católica, o sea, los obispos que acompañan a un Papa que niega las verdades de la fe”, aseguró. La posición de Teleamiga provocó la reacción de la Conferencia Episcopal Colombiana, que pidió a los fieles no ver ese canal bajo el argumento de que no representa la enseñanza de la Iglesia Católica. En una carta, los máximos representantes del catolicismo en Colombia señalaron al canal de “herir gravemente la comunión de la Iglesia”.

La unidad de la Iglesia se tambaleó hace un año ante el plebiscito sobre los acuerdos de paz con las FARC convocado por el Gobierno de Juan Manuel Santos, católico practicante. Aunque no hubo pronunciamientos explícitos durante la campaña, fueron algunos sectores de la comunidad católica y los votos de los evangélicos, que representan unos 10 millones de colombianos, los que inclinaron la balanza a favor del no. El proceso de paz no se detuvo, el Ejecutivo firmó un nuevo acuerdo con la guerrilla y ahora Colombia busca pasar página. No obstante, representantes políticos especialmente influyentes entre los fieles como el expresidente Álvaro Uribe, se siguen oponiendo a ese pacto. El propio Uribe, por ejemplo, escribió una carta a Bergoglio en la que lamenta “la impunidad total a los responsables de delitos atroces, su elegibilidad política, la autorización legal que han recibido para gastar dineros ilícitos en sus actividades políticas”.

“En todo caso, es un espaldarazo al Gobierno”, opina en Ariel Ávila, analista de la Fundación Paz y Reconciliación, quien cree que el Papa acabará siendo prudente y diplomático para evitar agitar a la sociedad y aumentar la polarización en lugar de revertirla”. “El Papa sabe mucho del proceso de paz con las FARC y sobre todo con el ELN”, continúa Ávila, que considera que lo importante de este viaje es el contenido político.

Muchos católicos que apoyaron la paz y próximos a sectores progresistas celebran, por su parte, la visita del Papa. Stephanie Salazar es una de las portavoces del movimiento Católicas por el Derecho a Decidir (CDD) Colombia. Dice que la visita del papa Francisco es la oportunidad para abrir un debate desde el catolicismo sobre el papel de la mujer en la Iglesia y la defensa de sus derechos. “Este es un Papa que por fin ha tocado temas que otros no se atrevieron, a pesar de las críticas”. Piden a la jerarquía eclesiástica de Colombia que acoja durante la visita de su máximo representante el mensaje sobre la necesidad de acabar con la violencia y la discriminación contra las mujeres. “Es un papa que se ha manifestado sobre la equidad salarial entre hombres y mujeres. Es un representante de la Iglesia distinto. Esperamos que se pronuncie contra la violencia de género”, opina Salazar. Solo el año pasado, 731 mujeres fueron asesinadas en Colombia.