La primera Línea del Metro de Bogotá, declarada como un proyecto de “importancia estratégica” por parte del Consejo de Política Económica y Social (Conpes), le asegura a la capital el grueso de los recursos para la construcción de esta megaobra.
Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), con la aprobación del Conpes la Nación ratifica su compromiso para cofinanciar el 70 % de la primera línea estructurada por la administración de Enrique Peñalosa, que tiene un valor total estimado de $12,94 billones. Así entonces, la Nación aporta $9,08 billones, mientras que el Distrito asume el 30 % restante: $3,8 billones.
Este primer tramo está planeado para que vaya desde el patio-taller, que estará ubicado en la localidad de Bosa, hasta la calle 78 con Avenida Caracas (incluida la cola de maniobras). La obra, que será en su totalidad elevada, tendrá una longitud de unos 23,96 kilómetros. El patio taller estará en un punto donde se encontrarán dos obras futuras: en plena intersección entre la prolongación de la Avenida Villavicencio y la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO).
Su recorrido irá desde allí por la Avenida Villavicencio hacia el oriente de la ciudad, hasta la intersección con la Avenida Primero de Mayo. Continuará su tramo hacia el oriente por esa vía hasta llegar a la Avenida NQS. Allí gira a la izquierda para hacer una transición sobre la NQS y luego hace un giro a la derecha para continuar por la calle 8 sur hasta la intersección en la calle 1. La primera línea sigue su ruta por la calle 1 hasta la intersección con la Avenida Caracas por donde seguirá su camino hasta la calle 78.
El director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Luis Fernando Mejía, manifestó que “este proyecto que se aprueba tiene un impacto económico muy importante y una rentabilidad social bastante generosa en relación con proyectos que se plantearon en años anteriores en el país, lo que va a generar un impacto enorme en la competitividad de la Ciudad”.