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Este viernes el máximo líder de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, ELN, Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”, dio la orden a todos los integrantes del grupo alzado en armas, para que cesen el fuego a partir de las cero horas del próximo día domingo primero de octubre, según lo pactado con el Gobierno Nacional.

Gabino emitió un mensaje vía radio: “Hoy, 29 de septiembre, les ordeno a todas las tropas a lo largo y ancho del territorio nacional cesar todo tipo de actividades ofensivas para cumplir cabalmente con el cese bilateral del fuego que se ha pactado entre el Gobierno nacional y el ELN”.

Ayer y luego de conocerse de los atentados perpetrados por el ELN al oleoducto Caño Limón Coveñas, la Iglesia Católica de Colombia, una de las partes que verificará el cese el fuego, señaló por medio de monseñor Víctor Manuel Ochoa, que es necesario que esta agrupación armada se sume realmente al proceso de paz con el gobierno.

Monseñor Ochoa señaló que: “buscar espacios serios, hay muchas personas afectadas con estos atentados, son los campesinos en definitiva los que sufren con esto se han tocado las fuentes de agua”.

Y agregó que: “el ELN debe estar en un proceso real de paz y reconciliación, tenemos que afirmar la justicia social en Colombia hay que tener grandes reformas en el país. No se contribuye al proceso de paz con estos atentados”.

Sostuvo además que la Iglesia se está preparando para el cese bilateral entre gobierno y el ELN, y que un grupo de obispos trabajan en dicho proceso.

Ochoa también dijo que: “Están siguiendo las negociaciones, estos obispos van a intervenir y la iglesia va a dar su parte y su apoyo a este proceso”.

De igual forma, este jueves el jefe negociador en los diálogos de paz con el ELN, Juan Camilo Restrepo, criticó los últimos atentados cometidos por esa guerrilla contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, uno de los más importantes del país, a tres días de que entre en vigor el cese al fuego bilateral pactado en Quito.

Restrepo señaló que: “La actuación del ELN en los últimos días verdaderamente es insensata e inexplicable y, desde luego, censurable porque estamos frente a un crimen ecológico de magnitudes descomunales”.

A su turno la estatal Ecopetrol denunció que “grupos al margen de la ley” atacaron el oleoducto Caño Limón-Coveñas, ubicado en el noreste de Colombia, que el martes había sido blanco de otro atentado en el departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela.

Con este ataque se ocasionó la caída de crudo al río Cubugón, lo que obligó a ubicar “diques para controlar las trazas remanentes aguas abajo del sitio de la rotura”.