La exestrella de fútbol americano -de 70 años- O.J. Simpson, recordado mundialmente por su polémica absolución en 1995 por el asesinato de su exmujer y un amigo de ésta, abandonó el Centro Correccional Lovelock en Nevada (oeste de EEUU) pasada la medianoche.
«No sé hacia dónde se dirigió», informó a través de mensajes de texto la portavoz de la autoridad penitenciaria de ese estado, Brooke Keast.
Keast explicó que la decisión de ponerlo en libertad en la madrugada fue para «garantizar su seguridad y evitar cualquier incidente».
Simpson fue hallado culpable en octubre de 2008 de robo, asalto, secuestro y otros delitos después de que, junto a cinco cómplices, emboscara a dos coleccionistas de objetos deportivos en un hotel-casino en Las Vegas.
El exjugador de los Buffalo Bills y miembro del Salón de la Fama argumentó que solo trataba de recuperar recuerdos personales que le fueron robados, pero el jurado no compró su versión y fue condenado a una sentencia de nueve a 33 años de cárcel.
Tres meses antes de cumplir la pena mínima, una comisión le otorgó la libertad condicional efectiva a partir de este domingo.
Simpson, de 70 años, logró que una comisión para la revisión de libertad condicional lo favoreciera en julio tras nueve años tras las rejas, en una audiencia que no tomó en consideración su juicio en la década de 1990 por el asesinato de su exesposa Nicole Brown Simpson y un amigo, Ron Goldman.
El exjugador de fútbol americano devenido en actor y personalidad de TV fue declarado inocente en 1995 tras un sensacional juicio de 13 meses en Los Ángeles, que fue transmitido en vivo diariamente, captando la atención de buena parte de Estados unidos.
Posteriormente, un jurado de una corte civil lo encontró responsable por las muertes y le ordenó pagar 33,5 millones de dólares por daños y perjuicios a las familias de las víctimas.
Santa Fe con agencias Reuters y AFP