Estados Unidos osciló de una postura a otra con respecto a Corea del Norte este fin de semana, con su secretario de Estado evocando el sábado la apertura de canales de comunicación, que el presidente, Donald Trump, calificó el domingo de “pérdida de tiempo”.
“Le dije a Rex Tillerson, nuestro maravilloso secretario de Estado, que está perdiendo su tiempo intentando negociar con el Pequeño Hombre Cohete”, tuiteó el mandatario, aludiendo al líder norcoreano, Kim Jong-Un.
“¡Conserva tu energía, Rex, haremos lo que debe hacerse!”, agregó.
Durante una visita a Pekín, el secretario de Estado estadounidense indicó el sábado que altos responsables de su país tenían “dos o tres” canales de comunicación con Pyongyang, días después de que se produjera una escalada verbal de amenazas entre Trump y Kim.
Preguntado sobre cómo podría saber si Corea del Norte considera la posibilidad de entablar conversaciones, Tillerson dijo a los periodistas: “Estamos sondeando, así que manténganse conectados”.
“Tenemos líneas de comunicación con Pyongyang, no estamos en una situación totalmente negra, tenemos dos, tres canales de comunicación abiertos”. “Podemos hablar con ellos, les hablamos”, afirmó.
En punto muerto desde 2009, las negociaciones entre las dos Coreas, China, Estados Unidos, Rusia y Japón pretenden hacer renunciar a Pyongyang al desarrollo de su tecnología nuclear militar a cambio de ayuda financiera y humanitaria.
El Departamento de Estado dijo, poco después de las declaraciones de Tillerson, que Pyongyang “no muestra ningún indicio de interés” en conversar.
Y este domingo la portavoz del Departamento, Heather Nauert, advirtió que los canales de comunicación “no estarán abiertos eternamente”.
No es la primera vez que la voz del presidente del Ejecutivo, que esgrimió la amenaza de una “destrucción total” de Corea del Norte, y de su administración parecen disonantes sobre este asunto.
A finales de agosto, al día siguiente del lanzamiento por el régimen de Kim Jong-Un de un misil sobre Japón, Trump dijo que discutir con Corea del Norte “no era la solución”. Horas más tarde, el ministro de Defensa, Jim Mattis, llevaba la contraria a la Casa Blanca, afirmando que “nunca estamos cortos de soluciones diplomáticas”. Con información de AFP