Una comunicación de la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, urgió este viernes que se investigue la muerte de al menos seis campesinos cocaleros en un confuso ataque que se produjo ayer en el suroeste del país y que fue atribuido a disidentes de las FARC.
El texto del comunicado señala: “Ante la falta de claridad sobre los crímenes perpetrados ayer, la Oficina urge a que se investigue lo ocurrido y a que se juzgue y sancione a sus responsables”.
Y agregó que las muertes de los campesinos “se dan en un contexto de problemas estructurales de derechos humanos, sumados a la falta de implementación del acuerdo de paz, y a la urgente y necesaria solidaridad y acción de todos los sectores de la sociedad civil”.
Todd Howland, representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, recordó en el comunicado que el año pasado pidió en el Congreso de Colombia a todos los sectores del país que “se protegiera a las personas más vulnerables que habitan las zonas rurales” del país.
Y agregó que en la zona de Tumaco, en donde se produjo el ataque, la Oficina ha evidenciado presencia limitada del Estado, altos niveles de pobreza, presencia de economías ilícitas y “falta de implementación integral del acuerdo de paz en lo relacionado con el capítulo étnico, cultivos ilícitos, lucha contra organizaciones criminales y reforma rural integral”.
El organismo ha corroborado amenazas a líderes que apoyan la sustitución de cultivos ilícitos, problemas en la reincorporación de exguerrilleros a la vida civil y aparición de disidencias de las FARC e ingreso de otros grupos armados y carteles de narcotráfico.
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, dijo que hasta el momento se han confirmado la muerte de seis personas, si bien el movimiento de izquierdas Marcha Patriótica cifró en ocho los fallecidos.