Opinión

Plomo en todo el mundo, “El asesino invisible”

Por: Luis Eduardo Forero Medina
El plomo siempre ha hecho parte de la vida diaria de la humanidad; la mayoría de ese metal se emplea para baterías de plomo-ácido de automotores, especialmente en los países en desarrollo, convirtiéndose su reciclaje en la fuente más grave de intoxicación.

Estamos de plomo hasta las cachas. El plomo está en todas partes, lamentablemente no se puede ver, detectar con el gusto ni oler, indica la Biblioteca nacional de medicina de EE.UU. La Agencia para Sustancias Toxicas y el Registro de Enfermedades de ese país precisa que la mayor parte del plomo que entra al cuerpo lo hace por la boca. Plinio relata que en la antigüedad se escribía en láminas u hojas de plomo.
Sólo un poco más del 10% del plomo se utiliza para cubierta para cables de teléfono, televisión, internet o de electricidad, cañerías, cañas para pescar, cosméticos, esmaltes cerámicos, joyería barata, juguetes, medicamentos tradicionales, minería de oro, metalurgia, municiones, pigmentos, ,soldadura, vidrieras , vajillas de cristal, etc. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentra muy poco plomo en los alimentos, aunque algunos pueden estar cubiertos con polvo que contenga Pb ( como lechuga o espinaca). Este metal se halla en el whisky ilegal, en el humo de cigarrillo y cuando se quema carbón, petróleo o desechos. En Cinangka, Indonesia, expertos de Pure Earth / Blacksmith “enterraron” el problema de un campo de futbol contaminado con plomo tóxico que estaba matando los niños.

Las viviendas construidas antes de 1930 pueden contener “niveles altos de plomo”; hasta 1950 el plomo se usaba en plaguicidas y es posible que sus fragmentos continúen en el suelo, debido a que el plomo no se degrada. Entre 1950 y 2000 en todo el mundo se empleaba gasolina con plomo; antes de 1960 la pintura contenía plomo, y hoy en muchos países la siguen utilizando. En los años 70 y 80 los países industrializados comenzaron a vigilar el contenido de plomo de las pinturas. En ese tiempo las casas eran pintadas con pintura con plomo; en el período de los ochenta al menos en Estados Unidos de América, la cantidad de plomo en alimentos en lata se redujo un 87% . En 1989 se comenzó a restringir en ese país el uso del plomo en la gasolina y desde 1996 se prohibió totalmente, medida que paulatinamente fueron adoptando otras naciones. En 2002 los gobiernos hicieron un llamamiento a la eliminación gradual del plomo en las pinturas y en 2011 se constituyó la Alianza Mundial para Eliminar el Uso del Plomo en la Pintura. En 2014 la Comisión del Codex Alimentarius, organismo de la ONU, aprobó medidas para proteger la salud de los consumidores en todo el mundo, entre ellas los niveles máximos aceptables de plomo en los preparados para lactantes y de arsénico en el arroz. La meta es que en 2020 todos los países cuenten con leyes para eliminar gradualmente el uso de las pinturas con plomo. (A febrero de 2017 solo 64 gobiernos habían dado su aprobación a esa iniciativa).

Aunque la intoxicación por plomo es totalmente prevenible, el envenenamiento por su causa es más usual en niños, sin que deje de afectar a adultos y mujeres embarazadas, dejando ” graves consecuencias en su salud” , señala la OMS. El problema es subestimado en ciudades como Bogotá, indica Un periódico. Según la OMS, el plomo se distribuye por el organismo hasta alcanzar el cerebro, el hígado, los riñones y se deposita en dientes y huesos, donde se va acumulando con el paso del tiempo. El plomo está presente también en operaciones de estañado, soldadura o recorte de acero, trabajos de la construcción y demolición, incineradores de basura municipal, industrias de alfarería y cerámica, fundición, imprentas o cerámica, talleres de reparación de radiadores y pintores que lijan o raspan pintura vieja. Se estima que entre 0.5 y 1.5 millones de trabajadores están expuestos al plomo en el trabajo, pese a que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dictó la R004 – Recomendación sobre el saturnismo (mujeres y niños), 1919 , y el C013 – Convenio sobre la cerusa (pintura), 1921. En 2015 la exposición a ese metal provocó 494 550 muertes, estima el Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria en la Universidad de Washington en Seattle, EE.UU.

El plomo que casi siempre se halla mezclado con el oro y la plata, puede alcanzar un abastecimiento mundial de más de seis millones de toneladas, según Pureearth.org. El primer productor de ese metal gris-azulado el año pasado fue China. Si bien bastante lejos del gigante asiático, están Australia, EE.UU., Perú y México. En Colombia el plomo se encuentra en Segovia, Antioquia, como subproducto del oro. También hay yacimientos de ese metal en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá; Santander, en Zapatoca, Tolima en las minas del distrito Fresno-Mariquita-Falán y de El Sapo; y en Cauca y Caldas. El año pasado en Colombia hubo 114 emergencias mineras y 124 personas víctimas mortales. Diez especies de Brachiaria spp, un pasto utilizado por ganaderos del Magdalena medio están contaminadas con metales pesados, como el plomo y cadmio, según reveló un estudio de la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Palmira y la Universidad de Pamplona, (Norte de Santander). Un estudio de esa Universidad en Bogotá, financiado por Ecopetrol, halló en la mayoría de los casos peces con plomo en la sangre (peces capitán, bagres y los capaz), en Meta, Huila y Cundinamarca.
“La buena noticia es que la contaminación tóxica que es un problema mundial, puede ser resuelto en el transcurso de nuestras vidas, porque ya tenemos soluciones. .. solo tenemos que transferir y compartir la experiencia con los países más pobres”, concluyó Richard Fuller, Presidente de Pure Earth.
@luforero4