Bogotá

Acueducto gasta al año $4.400 millones para limpiar grasa de alcantarillados

El destaponamiento de las alcantarillas de la ciudad, debido a la grasa que se acumula en el sistema, le cuesta a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado (EAA) de Bogotá 4.400 millones de pesos al año.

Ese es el resultado de los vertimientos sin control de grasas y aceites por parte de los hogares, el comercio y la industria.

Las grasas solidificadas bloquean el flujo normal del agua residual y generan desbordamientos e inundaciones.

Esta situación también genera daños ambientales que causan contaminación de cuerpos de agua y ríos de la ciudad, especialmente el del río Bogotá.

Según la gerente del Acueducto, María Carolina Castillo Aguilar, cerca de 9.300 mantenimientos fueron realizados por los equipos de la empresa durante los últimos 12 meses con el fin de retirar bolas de grasa.

Estos grumos son conocidos a nivel internacional como ‘fatberg’ y son uno de los principales problemas que azotan a las grandes ciudades como Bogotá. Y su retiro de los ductos representa un reto para garantizar la operatividad de los sistemas de desagüe.

Con el fin de controlar los vertimientos de grasas y demás contaminantes, los usuarios industriales deben presentar a la EAB, a más tardar en diciembre próximo, la caracterización de sus vertimientos.

Esta información debe ser suministrada cada año en todos los puntos de vertimiento de agua residual no doméstica, a través de un laboratorio acreditado por el IDEAM y de acuerdo a los parámetros establecidos en la Resolución 0631 de 2015.

Por esa razón, la EAB invita a los usuarios comerciales, industriales, oficiales y especiales a presentar los resultados de la caracterización de vertimientos y a comprometerse con el buen uso del alcantarillado.

De igual forma, los usuarios del alcantarillado deben tener redes separadas para agua lluvia, agua residual doméstica y agua residual no doméstica.

Esta última debe contar con un sistema de tratamiento y con una caja de inspección fuera del predio y antes de la descarga a la red, que cuente con las condiciones establecidas en la norma NS-068 de la EAB-ESP. La tapa debe ser de fácil remoción.

Todos los usuarios deben cumplir con el Contrato de Servicios públicos Domiciliarios en el cual se establece la prohibición de verter grasas y aceites al sistema de alcantarillado y la obligación de los usuarios no residenciales de instalar sistemas de tratamiento antes de descargar a la red sanitaria.