La compañía Eder Santos del frente comunero del sur del ELN, controlaba lo que sería uno de los centros de producción de alcaloides más grandes en Tumaco, tenía la capacidad de producir dos toneladas de cocaína al mes.
La ofensiva adelantada por la Policía Nacional, en esta región, permitió ubicar a través de la información que hiciera la comunidad mediante denuncia a la Línea 167, llegar hasta el complejo conformado por seis estructuras en madera y plástico ocultas en la vereda Corriente Grande en el corregimiento de Llorente -Tumaco.
Hasta allí unidades Antinarcóticos llegaron y uno a uno allanaron y desmantelaron las construcciones rústicas usadas para almacenar sustancias químicas.
Allí también se encontró 609 kilos de clorhidrato de cocaína listas para marcar y empacar, así mismo se halló 1.875 kilos de sustancias sólidas, 8.072 galones de sustancias líquidas.
Muy cerca a estas estructuras y oculta bajo unas tablas se encontraron un fusil marca Smith Wesson calibre 5,56 milímetros utilizados para custodiar y atacar a la fuerza pública.
Las investigaciones determinaron que con la destrucción e incautación de alcaloides encontrados, se afectó significativamente las finanzas de este grupo delincuencial en más de dos millones de dólares.