Las autoridades lograron la captura de Carlos Julio Sierra Varela, alias ‘Avestruz’, a quien sindican de por lo menos 100 homicidios y de enviar toneladas de cocaína a España, Portugal, Holanda, Italia y Bélgica.
“Este hombre lleva más de 15 años en el mundo criminal. Tiene varios procesos a nivel internacional por narcotráfico. Se le sindica de más de un centenar de homicidios, entre ellos el del periodista deportivo Luis Alfonso Bonilla en Cali en el 2015”, comentó el director de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto, al resaltar la importancia de la captura.
De acuerdo con las autoridades, Sierra fue ubicado en un lujoso penthouse ubicado en el occidente de Bogotá y capturado con base en una operación de filtración y de seguimiento a una de sus mujeres.
Las autoridades revelaron que durante los años 2009 y 2011 se encargó de incorporar en Cali las llamadas ‘oficinas de cobro’, un modelo que después fue copiado en otras regiones del país, que se basan en ofrecer servicios de sicariato para concretar el pago de extorsiones, deudas de droga y homicidios al mejor postor.
“Muchos de los asesinatos fueron realizados por el mismo ‘Avestruz’ para infundir respeto y credibilidad dentro del mundo criminal”, aseguró uno de los investigadores de la dirección de Inteligencia que estuvo frente al operativo.
Según con los investigadores, ‘Avestruz’ tenía su propio emporio criminal –con unos 200 hombres a su mando–, y se dedicó al narcotráfico y logra mantener un bajo perfil para evadir a las autoridades.
“‘Avestruz’ movía el narcotráfico en el Valle, especialmente en Buenaventura, donde estaba manejando contactos con carteles mexicanos. Y estaba unificando alianzas con las redes del crimen residual –disidencias de las Farc– en Tumaco”, explicó el general Nieto.
Al parecer, la red de ‘Avestruz’ estaba presionando a empresarios y comerciantes en el Valle con el pago de entre 3 y 5 millones de pesos semanales, para no atentar contra su integridad o la de sus familiares.
El capturado se encontraba en Bogotá desde hace dos años huyendo de la persecución de las autoridades. El mismo día de su captura, en horas de la noche, fue trasladado a Cali en un avión de la Policía, donde se legalizó el procedimiento y un juez lo envío a la cárcel.
La Fiscalía General le imputó los delitos de homicidio, tentativa de homicidio, fabricación, tráfico y porte de armas de fuego y concierto para delinquir agravado con fines de extorsión y homicidio.