Por: Luis Eduardo Forero Medina
Los dispositivos e insumos médicos marcan un antes y un después en la vida del hombre, aliviando y mejorando su calidad de vida; la otra cara de la moneda son los pacientes que por condiciones económicas no logran acceder a dichos dispositivos; referidos “a cualquier instrumento, aparato, implemento, máquina, implante, reactivo para uso in vitro, software, material u otro artículo similar o relacionado…”, según la OMS.
Para la Andi son “equipos fundamentales para prevenir enfermedades y, cuando estas se presentan, para salvar, mejorar o prolongar la vida de los pacientes.”
En el mundo, el sector de dispositivos e insumos de la salud, ligado a la ciencia y la ingeniería; apenas empieza a reglamentarse; porque siempre se ha mantenido en el contexto de medicamentos. Sin dar autonomía a esa industria se le continúa tratando en el rango de fármacos; tanto a los de antigua generación como esparadrapos o sillas de ruedas; o de última generación como los audífonos inteligentes y otras tecnologías que bloquean el sonido de los ronquidos. En los vuelos las aerolíneas ya ofrecen oxígeno extra o la posibilidad de portar un concentrador de oxígeno.Son los llamados Dispositivos Médicos Innovadores (DMI).
Los países de la Alianza del Pacífico (México, Chile, Perú y Colombia), la novena economía mundial; es el bloque fuerte de dispositivos médicos, aunque la mayoría de estos países abastecen el mercado de DM con importaciones. México es el noveno exportador de dispositivos médicos en el mundo; el proveedor de estos elementos más importante de Estados Unidos, y exportador número uno de dispositivos médicos en la región. Su producción alcanza más de 15 mil 220 millones de dólares, generando más de 130 mil empleos, distribuidos en un poco más de veinte empresas, afiliadas a la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID México). Las ventajas del mercado mexicano de dispositivos médicos se traduce en ahorros y en costos de producción.
Chile al igual que México pertenecen a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), es el único país de la región que no regula los dispositivos médicos, o lo hace de manera incompleta. En el país austral operan menos de medio centenar de empresas pymes dedicadas a dispositivos e insumos médicos que se exportan principalmente a Argentina, Estados Unidos, Brasil y Perú.
Colombia y Perú que se encuentran exámenes previos para ingresar a la OCDE, cuentan con organismos especializados para el clúster de DM. En Perú este sector está regulado desde 2009 y es la Dirección General de Medicamentos, Drogas e Insumos (DIGEMID), la entidad encargada de autorizar o negar el registro sanitario de dispositivos médicos. Los analistas del sector en el país inca enfrentan problemas y desafíos en la industria DM, se detectó a finales de 2013 “un notorio incremento de la demanda de control de calidad de los productos farmacéuticos, dispositivos médicos y productos sanitarios. Falta implementar nuevas pruebas de Control de Calidad , mejorar coordinaciones entre entidades y sectores, e incorporar a a nuevos actores en el sistema”. En Colombia, nación que es el cuarto mayor mercado en salud en Latinoamérica y el tercer mayor mercado de dispositivos médicos en América Latina, luego de Brasil y México; el Invima, (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos), es el organismo oficial encargado de regular la industria de DM. Ese Instituto oficial señala los requisitos sanitarios que deben cumplir los establecimientos que elaboran y adaptan esos elementos. La Cámara dispositivos médicos e Insumos para la salud, sectorial de la Asociación de Industriales de Colombia (ANDI), agrupa empresas nacionales e internacionales del Sector de Dispositivos Médicos (Medical Devices). En Colombia existen 2.136 empresas que proveen insumos y DM, según el portal el Hospital.com. Las exportaciones colombianas de instrumentos y aparatos de medicina en 2011 totalizaron US$48,1 millones, mientras que en 2010 llegaron a US$41 millones. Sólo el 16% de la demanda de DM e insumos es surtido por la industria nacional, el faltante se trae del exterior. La capital de la República factura las tres terceras partes de las ventas de DM e insumos.
A nivel global, algunas veces el costo de los dispositivos médicos no son concordantes con la seguridad y buena calidad de los mismos, dando lugar a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiende a los gobiernos en cuanto a implementar sistemas de regulación concertados. En Colombia, la gran cantidad de facturas por pagar de DM e insumos despachado a empresas quebradas del Estado, ejercen demasiada presión a las empresas del sector. La mitad de los problemas del sector es el tipo de cambio seguido de la falta de demanda, según encuesta de opinión de la ANDI. Esta agremiación lanzo el Código de Ética para el sector de DM e insumos para la salud, que busca “promover la autorregulación en el sector de dispositivos médicos e insumos para la salud, salvaguardando la seguridad y la confianza de los pacientes, buscando que desde las mismas compañías y sus ámbitos de influencia, se haga un frente común para luchar contra la corrupción en todas sus formas”. El futuro del sector DM e insumos es desarrollarse a la par de la telemedicina, e-health y m-health.
@luforero4