— La Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó este martes una nueva resolución en la que condena los crímenes contra la humanidad del régimen de Corea del norte y le pide «poner fin inmediatamente» a las violaciones de los derechos humanos, desde las torturas y los secuestros hasta las ejecuciones públicas y el trabajo forzado.

La resolución es el documento número 13 de su tipo desde el año 2005, que esta vez la Asamblea General de la ONU adoptó por consenso y sin votación.

La Tercera Comisión de la ONU, a cargo de las cuestiones humanitarias, adoptó el mes pasado el texto elaborado.

La resolución destaca la necesidad de reanudar las reuniones de las familias separadas durante la Guerra de Corea (1950-53), y proporcionar asistencia a los extranjeros detenidos en Corea del Norte. Actualmente, se conoce que tres estadounidenses y seis surcoreanos se encuentran en el Norte.

Por cuarto año consecutivo, la resolución también insta al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) a enviar a la cúpula norcoreana ante el Tribunal Penal Internacional (TPI).

La resolución fue elaborada conjuntamente por la Unión Europea y Japón, además de la contribución de otros 60 países, incluido Corea del Sur.

El Ministerio de Unificación de Corea del Sur dijo que la resolución se centra en la expresión de las preocupaciones de la ONU por la suspensión de las reuniones de las familias separadas, y en el llamamiento a tomar las medidas necesarias para resolver el asunto.

El portavoz del ministerio, Baik Tae-hyun, dijo en una sesión informativa regular que, en particular, cabe señalar que la resolución exige por primera vez el acceso consular y otro tipo de asistencia a los detenidos en Corea del Norte, urgiendo al régimen a tomar medidas específicas y práticas para mejorar los derechos humanos de su pueblo de acuerdo con la resolución de la ONU.

Ja Song-nam, embajador norcoreano ante la ONU, expresó su oposición a la resolución junto con China y Rusia.

Corea del Norte siempre ha negado las acusaciones, afirmando que se trata de una campaña de Estados Unidos para derrocar a su régimen. (Información agencia Yonhap).