Papa Francisco hace llamado a la paz de los pueblos en conflicto y a la liberación de los secuestrados
–Un llamado a la paz y a la liberación de los secuestrados en el mundo hizo este domingo el Papa Francisco. También anunció sus oraciones por los los más de 200 muertos y los cientos de miles de filipinos afectados por la tormenta tropical Tembin.
Tras rezar el Ángelus, el pontífice de la Iglesia Católica invocó el don de la paz, especialmente para las poblaciones que más sufren a causa de los conflictos, renovando tmbién su llamamiento para que las personas secuestradas sean puestas en libertad.
Después de rezar a la Madre de Dios el Santo Padre invitó a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, “en la espera orante del nacimiento del Príncipe de la Paz”, a invocar el don de la paz para todo el mundo, especialmente para las poblaciones que más sufren a causa de los conflictos en acto.
De modo especial, el Papa Bergoglio renovó su llamamiento a fin de que, con ocasión de la Santa Navidad, “las personas secuestradas – sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos – sean puestas en libertad y puedan regresar a sus casas”.
Además, Francisco aseguró su oración por la población de la isla de Mindanao, en Filipinas, afectada por una tempestad que ha causado numerosas víctimas y destrucciones. A la vez que pidió que Dios misericordioso acoja a las almas de los difuntos y consuele a cuantos sufren por esta calamidad.
Por último, al saludar con afecto a los presentes, el Papa sugirió encontrar, en estas horas que nos separan de la Navidad, algún momento para detenernos en silencio y en oración ante el pesebre, para “adorar en el corazón el misterio de la verdadera Navidad, la de Jesús, que se acerca a nosotros con amor, humidad y ternura”.
También en esos momentos – dijo el Santo Padre – acuérdense de rezar por mí. A lo que deseó buen almuerzo y feliz domingo.
Antes del rezo del Ángelus y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio de la Anunciación.
“Es una gran revelación que abre perspectivas inauditas”, aseguró Francisco. “El niño que nacerá de esta humilde joven de Nazaret será llamado Hijo del Altísimo: no es posible concebir una dignidad más alta que esta”, afirmó.
El Papa destacó que la respuesta de María “es una frase breve, que no habla de gloria o de privilegio, sino solo de disponibilidad y de servicio”. “María no se exalta frente a la perspectiva de convertirse en la madre del Mesías, sino que permanece modesta y expresa la propia adhesión al proyecto del Señor”.
En su opinión, “este contraste es significativo” porque “nos hace entender que María es verdaderamente humilde y no busca mostrarse. Reconoce ser pequeña ante Dios y está contenta de ser así”.
Pero también “es consciente de que su respuesta depende de la realización del proyecto de Dios, y que entonces ella está llamada a adherirse en toda sí misma”.
“María se presenta con una actitud que corresponde perfectamente a aquel Hijo de Dios cuando viene al mundo: Él quiere ser el Siervo del Señor, ponerse al servicio de la humanidad para cumplir el plan del Padre”.
Además, “María se revela colaboradora perfecta del proyecto de Dios” y con su respuesta “humilde y generosa ha obtenido una gloria altísima”.
Francisco invitó a todos a “acoger el proyecto de Dios en nuestra vida, con sincera humildad y valiente generosidad”.