El presidente Juan Manuel Santos firmó la extradición del capturado exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, pieza clave del escándalo del «cartel de la toga».

La partida de Moreno a los Estados Unidos está condicionada a que surta todas las diligencias pendientes que adelanta la Procuraduría en el marco de este proceso.

El exjefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía General, Luis Gustavo Moreno, aceptó ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, su responsabilidad en los delitos de conclusión y utilización indebida de información oficial privilegiada, en el marco de las investigaciones por el cartel de la toga.

Moreno reconoció su culpa en estos hechos de corrupción ante los investigadores de Estados Unidos. “Con dolor y vergüenza aceptó mi responsabilidad”, aseguró el exfiscal.

La Fiscalía acusó a Moreno de solicitarle al exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons Muskus, una millonaria suma de dinero para desviar la investigación que se le adelantaba por el denominado cartel de la hemofilia y las irregularidades en el manejo de las regalías en el departamento.

Cabe recodar que el pasado 18 de octubre en las instalaciones del Batallón de Artillería, en donde se encuentra recluido, se firmó un acta de aceptación de los delitos firmada por Moreno. También la firmaron su abogado Pedro Aguilar, el fiscal del caso y un delegado de la Procuraduría General.

La Corte Suprema de Justicia avaló la extradición del exjefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía General de la Nación, Luis Gustavo Moreno, quién fue requerido por una corte del sur de la Florida en Estados Unidos por los delitos de conspiración, lavado de activos y fraude electrónico.El abogado Leonardo Luis Pinilla, socio de Moreno, también será extraditado.

La petición de extradición se basa en las grabaciones obtenidas por la DEA en las que se evidenciaría que los dos hombres pedían dinero al exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons Muskus, para frenar el proceso penal en su contra por actos de corrupción durante su administración en el departamento.

De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, Moreno y Penilla se aliaron para usar el rol del entonces jefe Anticorrupción para enriquecerse a sí mismos a cambio de información y un trato favorable en el caso contra Lyons.

Las autoridades norteamericanas precisaron que Pinilla contactó a Lyons mediante una aplicación de mensajería instantánea a nombre de Moreno para pedirle dinero. En esa conversación se pactó una reunión en Miami, Estados Unidos.

Moreno es testigo clave en la investigación que se adelanta por el denominado escándalo del ‘cartel de la toga’, en el cual están señalados importantes funcionarios y exfuncionarios de la justicia como expresidentes de la Corte Suprema.