Las directivas de la Términal de Transportes de Barranquilla desalojaron los migrantes venezolanos que vivían practicamente en las afueras del lugar por motivos relacionados con inseguridad.
La invasión se caracterizaba por estar conformada por unos cambuches y carpas donde vivían 300 personas, entre ellas, 70 menores de edad, que salieron de su país a causa de la crisis.
De acuerdo con las autoridades, el desalojo fue pacífico, aunque algunos de ellos denunciaron que la salida se cumplió bajo amenazas de deportación.
La ocupación inició hace un año con 30 venezolanos que llegaron a la costa Atlántica sin tener un destino fijo para vivir.
Según con Dewin Silva, gerente de la Terminal de Transportes, ya se advertía venta de alucinógenos, prostitución y riñas en los rincones ocupados por los venezolanos.