El Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos ( Cerac) aseguró en un informe que finalizado el cese al fuego con Eln, aumenta el riesgo humanitario para civiles.

El informe resalta que, por primera vez en la historia del país desde que surgieron las diferentes guerrillas, Colombia vivió los primeros 100 días sin combates entre ellas y que durante la tregua no se registró ningún ataque contra la infraestructura pública por parte del Eln.

Sin embargo, aunque el reporte afirma que no se presentaron ofensivas de la fuerza pública que violaran los compromisos del cese, la guerrilla cometió ocho violaciones al mismo en las que murieron 14 civiles.

Cinco de las víctimas murieron durante los combates entre el Eln y grupos posFarc y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, así como presiones a comunidades indígenas para continuar con los cultivos ilícitos.

De igual forma, se registraron 12 eventos violentos en los que se señala al Eln como responsable, pero que aún no cuentan con la corroboración por parte de las autoridades.

Uno de ellos es el asesinato de Alfonso Pérez Mellizo, en Cauca, y Rogelio Granada, en Chocó, y el reclutamiento forzoso de una persona en el corregimiento de Murrí de Vigía del Fuerte, Antioquia.

En el informe, el Cerac informó sobre 21 acciones que no han sido atribuidas al Eln, pero que se han presentado en zonas con presencia del grupo guerrillero.

De acuerdo con el Cerac, el cese al fuego entre el Gobierno y la guerrilla trajo “enormes beneficios en términos de la reducción de la inseguridad y el riesgo humanitario”.

Sin embargo, desde que finalizó el cese al fuego, el ELN perpetró en apenas tres días un total de “cuatro ataques a la infraestructura petrolera, en Arauca, Boyacá y Casanare; tres ataques a la fuerza pública en Arauca, en los que murieron dos policías y un soldado, y resultaron heridos dos soldados.