La Contraloría de Bogotá abrió una investigación por un presunto detrimento patrimonial en la ampliación de las estaciones de TransMilenio en el norte de la ciudad.
El detrimento patrimonial podría ubicarse en más de 2 mil millones de pesos y afectaría las estaciones de Toberín, Mazurén y 146 contratadas y ejecutadas en la administración 2012-2015 del exalcalde Gustavo Petro.
De acuerdo con el organismo de control, se han detectado graves fallas técnicas omitidas por la interventoría, que no fueron denunciadas en su momento y que ahora son un peligro para vehículos que transitan por la calzada mixta de la autopista norte sentido sur–norte.
El concejal de Bogotá, Roberto Hinestrosa, indicó que el reciente informe de auditoría del ente de control fiscal se precisan incumplimientos en el contrato y que no fueron informados por el interventor.
Por ejemplo, el diseño geométrico y la señalización horizontal y vertical del tercer carril de los vagones de la calle 146 y Toberín.
“Hallazgos los cuales a la fecha del contrato no han sido debidamente recibidos ni aprobados por la Secretaria Distrital de Movilidad ni el IDU”, afirmó Hinestrosa.
La Contraloría detectó que en algunos puntos de la calzada rápida de la vía, frente a las estaciones, están construidos con “peralte negativo”, convirtiéndose en un grave peligro para los usuarios de la vía.